Bigelow dirige con un pulso tan firme que, por momentos, resulta difícil de soportar. Casi una película de género (de suspenso y, por qué no, terror psicológico) dentro de la película de denuncia.
La teoría del todo parece en ocasiones más bien el resultado de un software automatizado para la realización de películas que de la dirección de personas de carne y hueso.
Como en otros films sobre personajes históricos, el tercer opus de Ava DuVernay, acerca de Martin Luther King Jr., casi nunca abandona la construcción estatuaria, hagiográfica: la idea carcome la forma, el homenaje devora el retrato.
La mejor película de Pawlikowski hasta el momento es, sin duda, una road movie singular, un viaje de autodescubrimiento que nos reserva varias sorpresas en sus etapas finales. Además, es un filme conciso y bien estructurado.
Un reparto ajustado y una historia de crecimiento y vínculos familiares alcanzan para darle forma a una película que no tiene nada novedoso, pero deja una sensación de bienestar.
La película pierde rápidamente su encanto, acumulando escenas de manera desordenada. Durante la última media hora, 'El olvido que seremos' se convierte en una obra ampulosa, llena de declaraciones hechas a gritos.
La película presenta un ingenioso juego narrativo de encierros al aire libre que insinúa elementos de suspenso, considerando la temática y la efectiva realización de sus humildes ambiciones.
Acelera desde el minuto uno y no afloja el ritmo en ningún momento, combinando el sarcasmo desembozado con una mirada irónica sobre el papel de las agencias estatales en la era Reagan.
El segundo largometraje del cineasta británico desintegra con resultados notables el ethos del cine de horror italiano de los años ’70, con la historia de un sonidista a cargo del audio de un film que comienza a ser dominado por la ficción dentro la ficción.
Si bien 'White Noise' no es la mejor película de Baumbach, se valoran sus intentos de crear un relato maduro que evita caer en simplificaciones didácticas.
La película resulta más intrigante en sus proposiciones que en la forma en que se desarrolla. Sin embargo, el trabajo de Ponce se presenta como un valioso aporte de originalidad al ámbito del terror y lo fantástico en Argentina.
En su intento de retratar los días del estallido de la guerra en abril de 1982, el film cae demasiado a menudo en la ilustración audiovisual directa y diáfana de una idea.
El film de Asia Argento presenta a una sobreviviente que enfrenta la falta de atención, la desidia y el maltrato. Afortunadamente, la directora evita exagerar o utilizar la denuncia como una herramienta para su propio beneficio.
Una película atípica para el Hollywood actual: en algunos momentos, desaforada y casi slapstick, mantiene un tono sarcástico incluso en las escenas más dramáticas. Lo nuevo de Scorsese dista mucho de ser una fábula moral.