La película posee una narrativa tan poderosa que incluso aquellos espectadores que suelen mostrarse reacios al cine de animación, como quien esto escribe, no podrán resistirse a la originalidad de su propuesta visual.
Si bien la película no se aleja de los esquemas predecibles y quizás extiende en exceso los quiebres dramáticos esperados, funciona adecuadamente como un retrato de una época.
La película resulta muy efectiva al ser interpretada como una reflexión sobre las represiones, miedos, inseguridades y frustraciones de su época. Muchas de estas han desaparecido en los 52 años transcurridos desde entonces, aunque algunas todavía permanecen.
El formato de 'Plus One' no revolucionará el género, pero es efectivo, con buenos e ingeniosos diálogos que son interpretados con gracia por dos actores que muestran una gran química.
No se escapa del modelo tradicional de este tipo de relato cómico que va cobrando mayor peso dramático y emocional con el correr de los minutos. Ratner sabe administrar muy bien las escenas de humor y el carisma de los personajes hace el resto.
Clásica y a la vez experimental, la nueva película del director de 'Los imperdonables' es toda una rareza. La propuesta es inusual pero sus temas son consistentes con la obra del autor. Y, como experiencia, es muy reveladora.
La película sería más efectiva siendo un tanto más corta o mucho más larga, al estilo de las recientes series de TV. Así, por momentos, parece quedarse a mitad de camino entre los dos ejes más fuertes de su historia.
Con extraordinarias actuaciones de Steve Carell, Bryan Cranston y Laurence Fishburne, esta road movie mezcla drama y comedia para contar las historia de tres veteranos de la guerra de Vietnam que se reencuentran.
Lo que ya sabemos de las protagonistas es tanto que, más allá del resultado, lo que nos importa son sus vidas. Y ése no es un logro menor de esta pequeña pero muy querible opera prima.
Lo que separa a DONALD CRIED de otras es su enorme corazón y su sensibilidad única para, en solo 85 minutos, construir y volver creíble una relación de toda una vida.
Si hay algo que me queda de TANGERINE no es su corrección política o de género ni, necesariamente, sus personajes(...) sino esa visión de Los Angeles grabada en un teléfono con un soundtrack urbano.
Es una película curiosa, ya que parece pasar de un gran momento a otro bastante flojo, como si la película no se decidiera del todo por un tema ni por un tono para tratarlo.