Una actualización a estos tiempos de los modos y temas del melodrama cinematográfico de los años ’50, en sus modos elegantes y sutiles, encuentra el modo de ser políticamente comprometida y hasta audaz.
Tiene momentos de sorprendente humor y liviandad, que aligeran la densidad de lo que está sucediendo. Y, aunque no lo parezca de entrada, se trata de una gran historia de amor.
Es una época que varias veces ha retratado el británico Terence Davies con un tono melancólico y elegante. Aquí, Boorman hace el juego casi de filmarla y no le sale del todo bien.
Es un largometraje de 80 minutos. Sin embargo, su trama, aunque ingeniosa en la presentación, carece de la riqueza necesaria para soportar esa duración.
Pese a la rigurosa mirada de la realizadora, 'Priscilla' no logra destacarse como una gran película. Aunque se aprecian sus aciertos y los errores de otras producciones que evita, resulta complicado conectar con su propuesta y definir su dirección.
Parece evidente que es una película muy cortada o rearmada en sala de montaje. Tiene su clima, pero hay muchas subtramas que se dejan en el camino. La acción nunca cobra un peso real y hasta la lógica espacio-temporal es sumamente confusa.
[Crítica 1ª temporada]: Un poco 'Maisel', un poco 'Mad Men', puede ser más obvia y menos sutil que esas, pero el enfoque principal de la serie radica en seguir el desarrollo personal y profesional de la cocinera.