La película logra ensamblar de manera excepcional todos los elementos que la componen, lo cual resulta especialmente sorprendente considerando que se trata del primer guión de un cineasta de tan solo 25 años.
Lo que Rockwell logra, además de evitar la mayoría de los lugares comunes de este tipo de historias, es transmitir una gran sensación de verdad y realidad a su película.
Es un tanto limitada en acción y ligera en violencia para los más jóvenes y quizás un poco lejos del interés de un público de similar edad a la de sus personajes.
[Crítica 2ª temporada]: 'Tokyo Vice' es una serie valiosa por sí misma y en la segunda temporada parece haberse asentado en sus temas más interesantes.
Wood tiene una mano segura para narrar historias humanas conectadas a momentos políticos fuertes del pasado reciente. Quizás su cine no se caracterice por la originalidad o el riesgo, pero es un realizador de pulso firme y seguro.
Pensar en una época desde una perspectiva diferente puede llevar a un reduccionismo asociado a las hipótesis que se manejan al realizar obras documentales, las cuales tienden a simplificar el contexto centrando su atención en los aspectos más evidentes.
Es un drama intenso pero a la vez un tanto agobiante que lamentablemente termina generando en el espectador el mismo agotamiento que puede generar una fiesta pasada de rosca.
En su último tercio, 'The Little Things' presenta un giro al estilo de Fincher que aporta una nueva dimensión a la trama. Aunque no alcanza a ser completamente satisfactorio, logra mantener la intriga del espectador.
Más allá de que se excede con las vueltas de tuerca en el guion, algo común en las narrativas del cine coreano, la película resulta bastante coherente y efectiva.
Se trata de una película cálida y modesta, que encuentra su tono recién promediando el relato. El encanto terminará pasando por ahí, por ser una película mucho más tierna y nostálgica de lo que parece en un principio.
Es una película bastante más gore de lo que parece en un principio y el realizador usa eso a su favor, sorprendiendo por momentos al espectador. Hay, sin embargo, algunos enredados giros de guión que aparecen cerca del final y que quizás sobren.
No hay nada más predecible y festivalero que películas como 'Climax'. Es un choque eléctrico cuyo único propósito parece ser desestabilizarnos. Más allá de eso, no hay mucho más que ofrecer. En realidad, solo un enorme desperdicio de talento.
Con una actuación excepcional de Nahuel Pérez Biscayart, este notable filme documenta de manera urgente y a la vez sensible los primeros años de la militancia contra la indiferencia del gobierno francés y las farmaceúticas para visibilizar y tratar el tema del sida.
La confusión le hace perder al filme buena parte del suspenso, ya que hay demasiados personajes y las situaciones suceden en paralelo y a gran velocidad, lo que impide que la película logre establecer un clímax dramático.
Todo aquí es de una medianía fea y anticuada, todo diálogo es un discurso(...) y toda escena intenta demostrar una idea, usualmente una muy banal y previsible.