Así y todo, olvidable como es, 'Rebel Moon' se ve con cierta facilidad y se contenta con ser una especie de visita guiada. Un museo sin grandes novedades.
Funciona de manera similar a sus homólogas de Hollywood, pero sería interesante que explorara temas y estilos narrativos originales. Al final, esto da la impresión de ser una imitación bien lograda en lugar de una película con identidad propia.
Lo que Rockwell logra, además de evitar la mayoría de los lugares comunes de este tipo de historias, es transmitir una gran sensación de verdad y realidad a su película.
Wood tiene una mano segura para narrar historias humanas conectadas a momentos políticos fuertes del pasado reciente. Quizás su cine no se caracterice por la originalidad o el riesgo, pero es un realizador de pulso firme y seguro.
Es un drama intenso pero a la vez un tanto agobiante que lamentablemente termina generando en el espectador el mismo agotamiento que puede generar una fiesta pasada de rosca.
Es una película bastante más gore de lo que parece en un principio y el realizador usa eso a su favor, sorprendiendo por momentos al espectador. Hay, sin embargo, algunos enredados giros de guión que aparecen cerca del final y que quizás sobren.
Con una actuación excepcional de Nahuel Pérez Biscayart, este notable filme documenta de manera urgente y a la vez sensible los primeros años de la militancia contra la indiferencia del gobierno francés y las farmaceúticas para visibilizar y tratar el tema del sida.
Todo aquí es de una medianía fea y anticuada, todo diálogo es un discurso(...) y toda escena intenta demostrar una idea, usualmente una muy banal y previsible.
El director opta por un tono de comedia casi absurdo que roza el patetismo, pero logra evitar caer en él gracias a la gran empatía que muestra hacia los personajes.
Un extraño producto, el filme posee el acabado técnico de una superproducción, pero en el fondo no es más que una versión aumentada de las películas de artes marciales de los '70, y carece de la simpatía que caracterizaba a esos filmes de evidente clase B.
De una torpeza sorprendente. Todas las sutilezas de 'Border' desaparecieron acá. De hecho, a veces ni siquiera parece ser una película del mismo director.
La película se desarrolla dentro de una lógica y plausibilidad que muchos otros films del subgénero no poseen ni buscan. Es el tipo de film maduro que el universo DC siempre mereció.
Lo que da vida a 'Titane' y le permite superar lo superficial es la habilidad de Ducournau para mostrar que sus criaturas poseen deseos y emociones palpables. Esto la coloca en un lugar más cercano a los estilos de Cronenberg y Lynch, alejándose un poco de las influencias de Noe y Refn.
Por momentos, la serie intenta presentarse como un drama realista sobre un caso policial en Irlanda del Norte, pero en otros instantes se transforma en un thriller superficial y exagerado, como si hubiera sido sacado de las páginas de un mediocre best-seller.
Los entusiastas del género, los fanáticos de Wes Craven y los seguidores de la saga disfrutarán del filme que no quita ni agrega nada a la trilogía previa.
Lo que impacta inicialmente es su estética, una relectura moderna de los clásicos del noir. Fincher logra otorgarle al relato una densidad que va más allá de un simple guiño entre conocedores.
Si uno lo analiza desde lo que se presenta, está claro que muchos saldrán con lágrimas en los ojos por la intensa carga emocional. Sin embargo, hay quienes cuestionarán no solo los resultados, sino también las complejas repercusiones que pueden surgir.