De una manera metódica, correcta, llevadera pero para nada apasionante, Redford nos mete en el juicio de una forma tal que muy rápidamente sabemos (...) cómo se moverán todas las piezas.
Quizás lo más trascendente del film excede cualquier descripción y se aprecia en la granítica claridad de las imágenes, que parecen esculpidas en el tiempo, una suerte de pintura tomada en la época y recuperada veinte siglos después.
Un documental muy completo, accesible, revelador e históricamente valioso para conocer uno de los grandes de la comedia de los últimos 50 años. Y es, además, una película muy divertida.
Se trata de un documental sencillo que entretiene gracias, por un lado, a la querible personalidad del tal Joe y a los casos en los que se vio envuelto junto a celebridades de la música local.
Es un documental que resulta personal y accesible. A ratos, es denso y doloroso, mientras que en otros momentos se presenta de una forma más amable y familiar.
No será el documento definitivo sobre el artista, pero sí sirve como una puerta de entrada para un artista que ha tenido etapas y álbumes extraordinarios, y que hoy permanece como una figura fundamental de la historia del rock.
Un documental frustrante que, salvo por algunos pocos momentos, no está a la altura de la historia que cuenta ni de las complejidades del personaje que retrata.
Este tipo de documentales se caracterizan por combinar elementos de un proyecto cinematográfico personal con lo que tradicionalmente se conoce como una autobiografía. No tiene sentido esperar algo diferente. El principal valor de este film radica en esa mezcla.
Este material es un homenaje visualmente impresionante que actúa como una escuela de cine, donde un realizador examina y descompone el trabajo de otros.
Más allá del interés que uno pueda tener por sus problemas de alcoba, la serie logra escapar a esa limitación gracias a la riqueza de grabaciones, filmaciones, comentaristas perspicaces y los numerosos detalles que presenta.
La película no solo le otorga a su historia un carácter casi mítico, sino que también resalta la importancia de contar con buen material de archivo para mantener viva la historia. Sin esas filmaciones, carecería de la fuerza emotiva que transmite.
Es una película que, pese a sus simplificaciones caricaturescas y su retórica por momentos repetitiva, funciona la mayor parte del tiempo como un potente llamado a la acción frente a las injusticias sociales. No es sutil, pero es poderosa.
Si bien la película fluye y tiene momentos de precisa capacidad de observación, además de personajes secundarios muy logrados, se siente como un filme que se habría beneficiado de un mayor grado de audacia formal y riesgo estéticos.
Intenta ser una película que se mete en una forma de vida y en una clase social que puede ser tan impune como irresponsable y en la que no existe ni la culpa ni la conciencia de clase.