El documental resulta cautivador, sin duda, pero genera la impresión de que las biografías oficiales en el cine son un género que no brinda suficiente oportunidad para desarrollar personajes realmente interesantes.
Un documental frustrante que, salvo por algunos pocos momentos, no está a la altura de la historia que cuenta ni de las complejidades del personaje que retrata.
Un sólido retrato de un tipo obsesivo y, aunque se presenta como un documental celebratorio y casi oficial, no duda en explorar zonas grises y oscuras.
Es una celebración, un testimonio y un homenaje cariñoso a un hombre que, sin juzgar sus valores como persona, parece ser mucho más complejo de lo que se muestra aquí.
Lo que este documental consigue, a pesar de que conocemos de manera general los acontecimientos de su historia, es ofrecer una visión de cómo los medios han ido moldeando la opinión pública a lo largo de casi 20 años.
Retrato de pintor excéntrico, con algunos toques originales pero excesivamente larga y sin demasiado más que decir más que mostrar esas mismas excentricidades.
Apasionante como trama y como documento personal, este vals de negación de la memoria colectiva revela un peligroso nacionalismo y un antisemitismo que parece no haber desaparecido del todo.
Un documento apasionante que, además de confirmar a los "creyentes" la grandeza de uno de los mayores genios del cine de los últimos 50 años, también invita a quienes lo descubrieron más tarde a abrir los ojos a su talento.
El documental muestra, a través de sesiones de terapia y autoayuda algo repetitivas, la figura fascinante e inolvidable de Cary Grant, un verdadero ícono del cine.
Más interesado en la relación de Richards con la música que lo influenció y el blues en particular. Ese eje ayuda a que esta no sea otra película más de anécdotas de los Stones.
Es una inmersión total en la experiencia de Robert Frank: directa, intensa, provocadora y encantadora, con un humor mordaz muy característico de Nueva York y una cuidada selección musical. Al igual que su obra, no dejará a nadie indiferente.
No es tal vez la más sutil de sus películas, pero definitivamente demuestra que sigue siendo un gran narrador y que maneja con habilidad una ambigüedad muy interesante sobre el tema.