Una película de espíritu europeo, sobre todo en su forma a través del uso de la luz y la voz en off, creada por un director que, desde la otra orilla del océano, intenta comprender e interpretar cinematográficamente esas diferencias.
En la Argentina se han realizado pocas películas de este tipo: masivas y populares, donde la acción, la comedia y la aventura están equilibradas y se respeta la inteligencia del espectador. Presenta secuencias memorables.
El horror y la angustia existencial que provoca en el espectador es, sin duda, mucho más intensa que la de cualquier película como 'It', 'Anabelle' o las diversas historias de monstruos, espíritus y brujerías que podemos encontrar en cartelera.
Este filme ensayo del realizador, crítico e investigador toma materiales y escenas viejas películas argentinas abandonas o inconclusas para contar una suerte de historia oculta o paralela del cine nacional.
De carácter experimental y a veces difícil de seguir, la película de Stratman ofrece una inquietante perspectiva sobre la evolución de los estados del Medio Oeste norteamericano.
Aunque en ocasiones puede resultar confuso y repetitivo, las propuestas visuales y las imágenes de Wilkerson siempre consiguen captar nuestra atención.
Cuando un director es capaz de crear un mundo en el que no conocemos las reglas y logra captar nuestro interés en lo que sucede, me dejo llevar por sus exploraciones.
Imágenes en 16mm y fragmentos de material fílmico deteriorado sirven para retratar el lugar y, de alguna manera, interactuar con sus habitantes, quienes convierten el espacio en un asombroso patio de recreo.
Una película graciosa y emotiva que termina convirtiéndose en un bello y nostálgico homenaje a Nueva York. Termina generando emociones y reflexiones más intensas de las que imaginábamos al comenzar este viaje.