Si bien se trata de una película fallida y con muchos problemas en su segunda mitad, hay algo intrigante y misterioso en sus filmes y en sus personajes que atrapa y genera mucha curiosidad.
La película se destaca por su originalidad y curiosidad, siendo divertida en ciertos momentos, aunque también presenta un tono amargo en otros. Además, ofrece ideas visuales muy interesantes. Sin embargo, resulta errática, tiene fallos y adolece de reiteración.
Ambiciosa y desmedida, creativa y voraz, angustiante a más no poder, un extraño viaje por el mundo de las ideas. Sin embargo, el filme resulta ser demasiado cerebral, lo que dificulta que la experiencia humana que intenta transmitir logre interpelarnos y conmovernos.
Lo más destacado pasa por la manera en la que la película captura el mundo de la universidad, con sus conflictos internos, miserias y debates, pero también con su solidaridad y la sensación de estar todos juntos.
Lerman comprende que su rol como narrador es crucial, realizando un viaje que comienza con una mirada desinteresada o condescendiente y culmina en una perspectiva que reconoce que el mundo es mucho más vasto y complejo de lo que parece.
Flojísima sátira. Esta sátira banal y redundante, filmada de manera apresurada, hace que sus anteriores películas sean vistas como verdaderas obras maestras del cine.
Los guionistas y directores de los distintos episodios poseen, afortunadamente, la capacidad y la astucia para evitar la denominada «pornomiseria». Es una serie esencial para comprender que los abusos emocionales pueden no mostrar heridas visibles.
Claro que no estamos ante una comedia convencional, pero al menos la primera de las dos partes de la película Pereda utiliza ese registro de falso documental con efectos muy graciosos.
El estudiante es una película de iniciación y aprendizaje. Es un viaje que nos sumerge en un mundo desconocido, donde el protagonista se esfuerza por comprender y dominar su entorno.
Una comedia bizarra que actúa como un ligero divertimento, un juego entre amigos que resulta ser tan divertido para ellos como lo es para el público. Intenta hacer reír y, por lo general, logra su objetivo.
Lo que la película y el cine de Guiraudie ofrecen al espectador es una sensación de libertad creativa y valentía narrativa, junto a una poderosa perspectiva humanista y política que resulta inusual.