Una película rica y ambiciosa que juega entre el realismo y el tono fantástico, entre la dureza y la violencia de las reales inundaciones que azotan a Orihuela.
La historia puede ser un excelente punto de partida para una comedia efectiva, pero Eisenberg opta por burlarse de los personajes en lugar de aprovechar esta oportunidad para profundizar más en la trama. Falta compasión, comprensión y complejidad.
La colorida liviandad del film puede dar la impresión de que Porter no se toma demasiado en serio lo que sucede aquí. Pero tengo la impresión de que sí lo hace y que esa luminosa «normalidad» es la que define esa preocupación.
Un verdadero «crowdpleaser»; quizás no califique como una excelente película, pero cuando las fórmulas están tan bien ejecutadas, es imposible no entregarse de lleno a la propuesta. Y también a las lágrimas.
En algunos momentos, Kosijanović recurre a convencionalismos que resultan innecesarios, presentando situaciones que funcionan mejor en el papel que en la realidad.
Por momentos, especialmente hacia el final, se vuelve un tanto más subrayada y ostentosa, algo poco común en el cine de la realizadora, quien siempre ha abordado sus temáticas de manera más sutil y menos pedagógica.
No es sutil 'El hoyo en la cerca' en su mensaje político. Es una crítica feroz a las instituciones religiosas y a la cultura violenta y agresiva de la "hermandad" en las clases sociales privilegiadas.
El film de Schoenbrun es y no es un film de terror. No acata los principios más clásicos del género pero sí va presentando una atmósfera que se va volviendo más enrarecida y atemorizante con el correr de los minutos.
Quizás la serie de resoluciones del caso no esté a la altura del suspenso creado; la combinación de elementos se siente excesiva y confusa. Sin embargo, Turturro siempre confía en la inteligencia del público.
Se trata, sin dudas, de una película incómoda y tensa, que puede volverse enervante y es indudable que consigue el efecto buscado. También, es cierto, que, como todo ejercicio de crueldad, tiene sus límites y sus grises zonas éticas.
De una manera simple y directa pero efectiva, Palomero logra hacernos regresar, por un tiempo, a una época en la que costumbres que ahora son comunes y habituales eran vistas de una manera muy diferente y problemática.
Más allá de ciertos excesos de preciosismo visual que hacen que la película sea bella pero la acercan a un cierto pintoresquismo, 'Cosas que no hacemos' logra construirse como historia a partir de pequeños momentos y observaciones.
Lo que se presenta aquí resulta ser crudo, manipulador y superficial. Es como si se tomara algo serio casi siempre a la ligera y, al final, intentara forzar algunas lágrimas con golpes bajos. Este enfoque no es efectivo.
La realizadora debuta con una película más que promisoria, que trabaja esas referencias a otras cineastas como otra suerte de sororidad. En este caso, cinematográfica.
La película se ve y se disfruta como lo que es: una historia de amor bella y complicada, quizás un tanto atrevida y seguramente problemática, pero narrada de una manera personal.