Un bodrio, Lyne parece intentar rendir homenaje a los celos como un elixir afrodisíaco. Tal vez tenga sentido desde la perspectiva de un hombre de 81 años que ha hallado su fortuna en un cine que, en la actualidad, resulta vacío, antiguo y perjudicial.
Un melodrama que resulta ser emocionalmente inconsistente. Marion Cotillard y Melvil Poupaud, interpretando a una hermana y a un hermano, exponen sus conflictos familiares, aunque parece que a la audiencia no le afecta en absoluto.