Hay en 'St. Vincent' la rúbrica de un grande de la actuación de nuestros días. Un cultor de una interpretación de la tristeza encubierta, que es lo mismo que decir comedia inteligente.
Quizás hay fallos en la descripción demasiado capsular de la cocina. Pero Bradley Cooper logra salir adelante y lo que queda es un menú aceptable para disfrutar durante una película entretenida.
Tiene oficio, humor, no es cine arte: es un plato más cercano a la comida rápida, pero una gourmet y con mejores terminaciones en esto del consumo masivo y pop.
Con un inicio débil y un humor estancado en la pereza, 'El alma de la fiesta' logra mejorar un poco a medida que avanza, pero en general se limita a ser una comedia 'neutral' y carente de ambición.
La pericia de Aki Kaurismäki reside no solo en aplicar ironía, sino en hacer que esta historia camine con éxito en los códigos del cine arte académico y sesudo, pero sin nunca jamás perder la brújula de la sorna. Tremendo estreno.
La gran actriz Maggie Smith es un tema aparte, es un subgénero en sí misma y sube el promedio de una corriente de historias hasta la aprobación aceptable.
Llena de genialidad, 'The Square' sale victoriosa en todos sus cometidos y resulta, para bien, como una de sus escenas con un artista imitando un simio: tan peligrosa como un mono con navaja. Imperdible.
Alejandro González Iñárritu presenta una obra maestra que explora el arte, la identidad del artista y los destellos de la creación. La película profundiza en la necesidad de ser amado, y revela un aspecto esencial: la complejidad de sentirse también odiado.
Diálogos inteligentes, una puesta en escena exigente, pese a lo mínimo, y la confusión entre realidad y ficción, hacen de esta gran película una propia reflexión sobre la confusión.
Steve Loter aborda lo predecible con la destreza de un director de cine de gran envergadura, transformando lo que podría haber sido una aventura simple y olvidable en algo digno de atención gracias a su talento.