Explora los oscuros secretos característicos del cine de Ozon y la comedia negra de Chabrol, logrando ser más efectivo en su faceta de entretenimiento de calidad que en su intento de ofrecer un drama complejo.
A pesar de que en varias ocasiones parece haber un riesgo de idealización o de una promoción excesiva del DO Comté, el atractivo de la película prevalece.