'Creed II' presenta un emotivo drama que explora los lazos y las responsabilidades familiares, entrelazado con una fábula deportiva de caída, transformación y superación. Sin embargo, en algunos momentos se ve algo limitado, ya que su mayor fortaleza también se convierte en su principal obstáculo.
A esa premisa romántica y las intrigas palaciegas con reyes de manual y de habla engolada, se suma el maquiavélico manejo de la Iglesia encarnado en el Padre Carden, a quien el escocés Peter Mullan le imprime una oscuridad que se extraña en el resto de los personajes.
Es una secuela original que presenta algunas inconsistencias en su guión. Si se hubiera enfocado más en su tono oscuro y autoconsciente, habría logrado un mejor resultado.
Un film cuyo guión nació mal, carente de ritmo, desactualizado, anclado en el cine argentino "para toda la familia" de los 80 y 90, que depositaba la carga de su éxito artístico en el "comediante" de turno.
El filo satírico de McKay expone situaciones cotidianas, estableciendo un diálogo con la realidad que otorga al filme una crítica tanto profunda como evidente.
Los resultados obtenidos no son especialmente cómicos ni terroríficos. La película se queda en la superficie, como si estuviera hecha en piloto automático.
El resultado es un film atípico para los cánones de la N roja, uno que apuesta a mixturar un drama de pareja, con el deseo como motor, con una historia sobre espíritus con deudas pendientes en el mundo de los vivos.
Con un guión predecible y lineal, y un tono serio que no abraza su naturaleza de película de bajo presupuesto, 'Se ocultan en la oscuridad' carece de los elementos necesarios para asustar, cautivar o entretener.
Esta película se aleja del enfoque inquietante y sugestivo de la original, centrándose en cambio en un impacto visual que refleja las tendencias actuales del género.
Experimental, audaz y desafiante, esta ópera prima se presenta como una de las propuestas más arriesgadas y difíciles de clasificar que hemos visto en salas de cine recientemente.
Pico creativo más alto de Disney desde 'Zootopia', la película nunca pierde la capacidad de asombrarse (y asombrarnos) ante lo desconocido y el sentido de las buenas aventuras, aquellas que todavía el cine puede dar.
Con una batería de efectos especiales siempre funcionales a la historia, el resultado es un film tan eficaz como carente de sorpresa, un entretenimiento vacacional tan noble como en definitiva genuino.
La secuela de 'Paul Blart: Mall Cop' avanza hacia convertirse en una de esas comedias que realmente merece más atención de la que ha recibido y probablemente seguirá recibiendo.
Sin golpes bajos y evitando los lugares comunes, esta película se aleja del juicio y paternalismo típicos en el tratamiento de la adicción. 'El sonido del metal' explora caminos narrativos más cuestionables en su último tercio, debido a varios giros en el guion.
Dueña de una estética que recuerda a las películas del género de los primeros años ’90, 'Terrifier' hace de la concisión y el efectismo estilizado sus pilares fundamentales.