La libertad tan absoluta que exhibe el guion resulta un deleite, pero también tiene el potencial de volverse monótona, similar a la sensación de moverse a mil kilómetros por hora durante un vuelo en avión.
Ofrece escenas majestuosas. El arranque captura la esencia del gran arte de Shyamalan. Sin embargo, surgen dudas sobre si el director estaba listo para enfrentar los desafíos presentados.
No ofrece nada extraordinario en apariencia, pero es una obra feliz. De esquema convencional y realización correcta, lo que tiene de especial es la historia, sus personajes y los actores elegidos.
Gran ópera prima, Wandel logra contar de manera sensible, inteligente y profunda una problemática tan antigua como el acoso escolar. La interpretación de la joven Maya Vanderbeque es sublime.
Lo interesante del planteamiento es la condena social de sus compañeros de instituto. Morosa y sin música ni adornos, esta jauría invita a reflexionar sobre la culpa y el perdón.
Secun de la Rosa se entrega por completo y compone una emotiva carta de amor a los esforzados artistas de guerrilla. Esta película, que se siente breve y ligera, logra acertar en casi todos los aspectos: tono, diálogos, actuaciones y música.
Los chavales están fantásticos. Más que una historia, la película transmite un estado de ánimo, sin dejar de ser una obra de iniciación rodada con elegancia y fotografiada con esmero.
Hill deslumbra en su debut como guionista y director. 'En los 90' respira verdad. Es un trocito de autenticidad conservado en formol, con presupuesto indie y sin un discurso rimbombante.
Cabe resaltar la dignidad moral con la que «Génesis» asume su naturaleza, aunque alguna concesión mínima o un amor más cálido hacia los personajes habría ayudado a iluminar a otros públicos.
El director español, rara avis de nuestro cine, casi siempre aporta algo interesante, aunque en ocasiones su enfoque didáctico puede resultar excesivo.
Personajes bien dibujados y tres o cuatro momentos de genuina sensibilidad. Sin embargo, la mayor crítica que se puede hacer a esta película es que sus destellos de madurez no son lo que esperará gran parte de su audiencia.
Cuando la historia se enfoca en los adultos y critica mediante tópicos a la sociedad británica, la película alcanza su mejor momento y revela su gran potencial.
Juventud, divina miseria. No faltan tópicos, pero estos se combinan con un buen gusto en la puesta en escena, una escritura clara y una dirección de actores sólida. Es una propuesta honesta.