Cine con muletas. Una trama algo tópica. Espinosa despliega su habilidad en los diálogos, pero el guion no consigue romper la delgada barrera de la credibilidad.
Lo que habría sido un excelente mediometraje se pierde en las casi dos horas que dura la cinta, sin que quede del todo claro por dónde se desparraman algunos minutos.
En cuestión de minutos, incluso el más escéptico siente un impacto emocional. El verdadero espectáculo está a punto de empezar. Aquellos que consideren que la película es melancólica se llevarán una grata sorpresa.
Pinzás se limita a ofrecer una caricatura y mezcla la tensión dramática con una falta de equilibrio. La película se siente artificial, pero los personajes logran ser más interesantes.
Frears no logró encontrar los elementos adecuados para brillar en esta nueva incursión en el cine de época. Puede que su trabajo en 'The Queen' lo haya dejado sin energía.
Cuando aparecen los títulos de crédito, es inevitable sentir una profunda emoción y una extraña sensación de bienestar, características del buen cine, que logra tocarnos incluso de maneras inesperadas.
Cuesta meterse en esta película. Sin embargo, la puesta en escena mejora conforme avanza la trama, se puede notar el esfuerzo por evitar el maniqueísmo y los personajes secundarios aportan valor. Destaca especialmente el entendimiento entre las mujeres.
El filme presenta un discurso cautivador, aunque en ciertos momentos cae en una ligera obviedad. Sin embargo, las cualidades de la película logran eclipsar los aspectos que podrían considerarse fallos.
El minimalismo se presenta como una gran virtud en la obra de Roser Aguilar, quien combina diversas cualidades que resultan impresionantes. Destaca un guion sólido y la importante premisa de considerar al público antes que a uno mismo.
Esta adaptación distorsionada de la famosa obra de Valle Inclán no logra cumplir con las expectativas. Aunque el guión de Mario Camus y el talentoso reparto prometían mucho, el resultado final es decepcionante.
Ofrece lo que promete: aventuras sin freno y entretenimiento asegurado. La producción es impecable y, pese al abuso de algunos efectos especiales, la película se ve casi sin pestañear.
El filme combina humor, acción e intriga con actuaciones sobresalientes, creando un ambiente cinematográfico cautivador. Es difícil desear más en una experiencia así.
No soporta el desigual reparto de chistes, situaciones comprometidas y vidas cruzadas. Cabe preguntarse por qué todas las mujeres de la película sólo pretenden encontrar un hombre.
Lo grandioso de la película es la habilidad de Vigalondo para que sus cuatro cómicos y el hermoso contrapunto de Michelle Jenner nos hablen de las relaciones humanas con descacharrante clarividencia.
La película se inspira en múltiples clásicos y utiliza varios clichés, lo que la hace predecible. Sin embargo, las actuaciones destacadas y el compromiso del público contribuyen a que la experiencia final sea bastante grata.
La experiencia previa de los dos realizadores en televisión se refleja en su trabajo, aunque no siempre de forma positiva. Se destacan diálogos frescos, situaciones con las que el público puede identificarse y un tono desenfadado.
El esfuerzo detrás de la película es destacable, aunque los resultados no alcanzan a ser completamente satisfactorios. A pesar de ello, es una cinta que se puede disfrutar sin mayores quejas.
Una película sencilla y agradable, con personajes bien desarrollados. Las decisiones del guión son previsibles pero resultan encantadoras, complementadas por pequeñas sorpresas que destacan en la trama.
Tres o cuatro líneas de diálogo bien expresadas y la presencia de dos actrices llamativas no logran elevar la película por encima de los altos estándares que se esperan de un gran musical.