Aunque esta película dirigida por Noah Baumbach se sitúa en los años 80 y muestra los hábitos, miedos y paranoias de esa época, sigue siendo muy relevante en la actualidad.
Phillips explica la maldad del Joker a través de motivos específicos, lo que le resta fuerza simbólica al personaje. Esto se debe a que el mal, en su esencia, resulta incontrolable cuando puede ser explicado.
Además de romper un silencio de más de tres décadas, 7:19 de Jorge Michel Grau evita el ángulo “amable” (rescates exitosos, civiles heroicos) de las ficciones previas y deja fuera subtramas paliativas.
Aunque convencional en su narrativa, 'Pride. Orgullo y esperanza' logra tratar un tema espinoso de una manera sensible que nunca llega a lo cursi. Se trata de una película conmovedora, que vale la pena ver.
La película expresa claramente su intención de denuncia, aunque carece de hallazgos estéticos significativos. Su tono didáctico evita que 'El secreto de Soraya M.' se lleve a cabo en el ámbito del cine de arte.
Repasa aquel evento con mirada revisionista, y establece un vínculo, discutible pero sugerente, entre este y los disturbios del 6 de enero de 2021 en el Capitolio de Estados Unidos.
El retrato de una atleta extraordinaria que también tomó malas decisiones resulta valioso, pues contrasta con la representación generalizada en el cine: la de mujeres ideales, ejemplares, que nunca cometieron errores.
James Wan ha demostrado su talento excepcional para asimilar, combinar y reinventar influencias distintas del cine de horror en la misma película. En esta cinta, el director despliega ese talento con libertad y espíritu de diversión.
Funciona como una metáfora, al ilustrar de manera sigilosa dilemas y preguntas profundas en torno al sentido de la vida humana de cara a un futuro incierto.
'Prometeo' aprovecha los recursos del cine de alto presupuesto y cumple con las expectativas que genera el hecho de ser una película de Ridley Scott. Su uso de tecnología 3D resulta tan preciso y adecuado que, paradójicamente, no es lo primero que se menciona al hablar de su estilo visual.
Esta historia de opresión, que se aleja de las soluciones fáciles y las fantasías falsas, descansa en el gran trabajo de su actor protagónico y en el uso de la danza como un lenguaje que se integra sin fricciones con la narración.