El problema aquí, que lo hay, es la acumulación. Son muchos guionistas, incluidos algunos actores que también hicieron su contribución. Hay por supuesto algunos aciertos, de ahí que los italianos hayan celebrado tanto la película.
Piroyansky busca crear una película que conecte con los jóvenes. Lo logra gracias a su comprensión del medio, su habilidad para captar el lenguaje juvenil y su buen manejo del ritmo cómico, aunque no logra evitar algunos altibajos en las diversas situaciones que conforman la historia.
Hay ciertos momentos divertidos, algún intento de emotividad y está el atractivo de la presencia de las estrellas, aunque nada es muy novedoso y el convencionalismo abunda.
El compromiso de Brenda Blethyn con su personaje es total: gestos mínimos le alcanzan para transmitir el conflicto interno entre la irracionalidad de su prejuicio y su recelo ante lo desconocido.
Un film que no aspira a la agudeza de Jaoui-Bacri ni logra evitar ciertos desequilibrios, pero que, gracias a su ritmo constante y a las espléndidas actuaciones, resulta agradable de visualizar.
Si hay algo que se puede reconocer en el director de Casi famosos es su capacidad para manejar el desborde de la historia, aunque esto no implica que haya logrado evitar los clichés.
Clásico en su estilo, refinado en lo visual, admirablemente interpretado, el de Troell es un film sereno, que sugiere calladamente el conflicto entre el sacrificio y la realización personal.
La luz entre los océanos' tiene sus mejores valores en el sector interpretativo, en especial en los trabajos de los protagonistas: Michael Fassbender, Alicia Vikander y Rachel Weisz.
El tributo al memorable cine de gángsters no consigue siempre transmitir aquella fuerza ni su poderosa unidad estilística, a pesar de sus aciertos en la ambientación y de contar con abundantes y ricos personajes.
Todo menos un cuento de hadas para niños: un melodrama teñido de humor negro, con acentos trágicos, un drama de celos y envidias, una historia de desdichas y amores que abreva en otros viejos cuentos.
Es Wes Anderson de punta a punta. Desde el comienzo es reconocible su cine hiperestilizado, la singularidad de su estética. La riqueza visual del film es un atractivo más.