Reduce los males sociales a un folletín sentimental cutre. La narración en 'flashbacks' es ininteligible e interminable. La estética chirriante coincide con las malas interpretaciones.
Un vaivén interplanetario y unos efectos especiales deslumbrantes pero repetitivos, donde rayos propulsan a los combatientes, son elementos esperados de una superproducción de Marvel.
Se reconoce la influencia de Ozu, de quien es un estudioso, por su estilo contemplativo y su narración basada en discretas conversaciones entre personajes familiares, en la que destaca Haley Lu Richardson.
Sadismo en bruto. La primera secuencia resume todas las restantes en cuanto a imagen. Lo peor: El empeño del equipo de 'Matrix' en dar a sus filmes de acción una dimensión trascendente, casi religiosa.
Consigue mantener la atención del espectador gracias a un estilo sobrio y a la actuación de intérpretes eficaces, a pesar de que la trama presenta numerosas inverosimilitudes.
Mantiene el interés gracias a los recursos narrativos del thriller americano, pero la incertidumbre y el interés por el destino de los personajes se desvanecen en una narración extensa y repetitiva.
Durante los primeros 60 minutos, la película se centra únicamente en un retrato turístico y en la presentación de personajes poco interesantes. No hay ningún misterio que atrape al espectador, y los intentos de generar sorpresas carecen de impacto.
El espectador no comprende el funcionamiento del criminal, lo que resta credibilidad a la trama. Lo más criticable es la hipocresía de caer en el mismo vicio que se denuncia al recrear y representar asesinatos especialmente dolorosos.
El espectáculo, tanto de acción como de dirección artística, es brillante y el guion está lleno de incidentes para que la larga duración no pese y para que Johnny Depp se recree en su faceta de comediante.
Tenemos la certeza de estar viendo a auténticos pandilleros. Sin embargo, no se ofrece una explicación clara ni se profundiza en el aprendizaje. La historia carece de un análisis adecuado, aunque presenta cierta estructura dramática.
Se dirá que hay tópicos en estos tres relatos, pero lo son porque reflejan la realidad. Todo parece verídico. Es una reconstrucción precisa de un episodio histórico.
Remontarse a ese pasado sirve como pretexto para imágenes preciosistas tanto de exteriores como de interiores, además de ofrecer una divulgación antropológica de las costumbres en el ámbito familiar.