Bien elaborada, con un reparto competente que logra lidiar con los convencionalismos de un guion que no profundiza en el peso de las deudas como único y aplastante dilema.
El diseño es pretencioso. Se presenta como un espectáculo acelerado y surrealista que comienza inundando al espectador con una estética similar a la publicidad, lo que genera confusión sobre el mensaje que intenta transmitir. No logra impactar de manera positiva.
La película tiene la capacidad de asombrar al espectador gracias a su tono tranquilo y a la forma en que narra de manera sobria la historia de un villano.
Interesante sin ser apasionante, cuenta con un buen reparto. Rodada en Canadá, es la película de Chabrol que sigue con mayor ortodoxia las reglas del cine policiaco de EEUU que tanto le gusta.
Un guión muy elaborado que apenas recurre a la acción, pero logra ofrecer un espectáculo impresionante y mantener la tensión durante toda la investigación contrarreloj.
Esta interesante coproducción entre Bolivia y España no logró su estreno en nuestro país. La película se enfoca en la vida de los indígenas bolivianos, presentando un drama centrado en sus personajes y con un enfoque que busca ser documental.
La estética es de una especie de devoción, la acción se presenta como increíble y confusa, mientras que los clichés ingenuos y las declaraciones conmovedoras ponen a prueba la paciencia, al igual que la música de fondo.
La trama se centra en las dinámicas familiares, abordando tanto los conflictos como los procesos de reconciliación. Evoca una profunda sinceridad, lo que permite que el espectador conecte auténticamente con las emociones retratadas.
Está dirigida a aquellos que sienten curiosidad y no solo a los que comparten la fe, lo que puede hacer que muchos se sientan indiferentes ante la película.
El viaje de esta historia revela la cerrada mentalidad de unos habitantes que se sienten orgullosos de su vida tradicional. Panahi se sumerge en un estilo narrativo austero, que, aunque cautivador, puede resultar un poco pesado.
Sorprende por su excelente producción y, especialmente, por su agudo sentido del humor. Además, se ve beneficiado por la frescura de las actuaciones, que aportan un aire renovador a la historia.