Un guion que carece de coherencia, presenta un humor circunstancial y busca apelar a la simpatía a través del localismo aragonés. La sátira del periodismo resulta un tanto tosca.
No logró provocar ni una sola risa. Se suma a la lista de obras que intentan ser satíricas de manera superficial, creyendo erróneamente que cuanto más desagradable y chochambroso, mayor será la aceptación del público.
Manierismo morboso. Homenaje insensato que se arriesga en comparaciones de las que sale malparado, además de manifestar una pretenciosidad difícilmente superable.
La trama incluye todos los clichés del western típico de Hollywood, orientada al público nacional y carece de elementos que la hagan destacar visualmente.
Esta adaptación del musical de Kern-Hammerstein, aunque menos célebre que la versión de George Sidney de 1951, es un verdadero clásico del género, ofreciendo una experiencia romántica y visualmente impactante.
Una variante del clásico tropo del fugitivo en la serie negra y la inevitabilidad del destino. Las exageraciones y situaciones poco creíbles restan fuerza a las intenciones dramáticas, humorísticas y realistas de la obra.
Se valora la honestidad del proyecto, sin embargo, la visión detrás de este remake no está clara, ya que carece de impacto visual y no cuenta con actuaciones destacadas.