La película se presenta como si fuera un metraje encontrado, pero este enfoque se utiliza de manera inconsistente, convirtiéndose en un simple pretexto para un rodaje improvisado. Como resultado, varias situaciones y la trama quedan sin resolver.
Es sencillo criticar esta película. Las actuaciones y los diálogos, con un estilo anticuado, crean una barrera que impide cualquier conexión emocional.
La narrativa es coherente y ofrece un excelente respaldo para la extraordinaria habilidad dramática del increíble director Eastwood. Su estética resulta maravillosamente retro.
Es una película poco común, que cautiva sin esfuerzo, pero también inquieta, procesa elementos acuciantes de la realidad presente en la región y deja mucho para discutir.
El film destaca por su originalidad en múltiples aspectos, especialmente en la representación del monstruo. Al igual que en otras grandes obras del género de terror, se puede apreciar una profunda capacidad para las metáforas.
El guion es bastante simple y básico. Bruce Willis, que alguna vez fue comparado con Humphrey Bogart, se siente limitado en su papel. Es inusual ver a un actor tan talentoso con un personaje tan poco desarrollado, y su actuación, aunque digna, refleja la falta de profundidad del rol.
Es impresionante cómo la película, a pesar de su estructura episódica, está repleta de conexiones y diversas interpretaciones. Su aparente simplicidad se convierte en la clave para acceder a una obra verdaderamente compleja.
Como todo buen viaje, aporta pequeñas porciones de un montón de cosas: música, conocimientos, experiencias, anécdotas, un panorama del lugar, algún vínculo humano.
Vale la pena apreciar la precisión técnica de su realización, la inmensa poesía del planteo, los diálogos y actuaciones buenísimos y esa combinación tan particular de acumulación de sorpresas anecdóticas.
Quien busque una lección de actuación se sentirá decepcionado, pues incluso los grandes actores no pueden brillar con un guion tan básico, que no logra desarrollar situaciones que expliquen los cambios emocionales.
Es una mezcla de futurismo posapocalíptico con terror, rodada con un presupuesto muy modesto. A los que les atraen las bizarreadas, créanme, es una joya.
La realización es excelente. O’Brien destaca como un actor carismático que se desempeña notablemente. Además, la dirección de Wes Ball brilla, especialmente en las intensas escenas de acción.
Península' destaca por su excelente dirección, con Yeon logrando plasmar de manera impactante cada escena de acción. La atmósfera creada es única y cautivadora.
No hay propiamente anécdota: es un recorte de vida aun más opresivo por su lentitud y su ausencia de “exposición, desarrollo y conclusión”, pero también nos pone en la piel de esos personajes, sus alegrías, sus deseos, su desamparo, su fidelidad.
'Extraction' se presenta como un emocionante circo cinematográfico donde la cámara actúa con la agilidad de un gladiador, satisfaciendo nuestros instintos más primitivos durante este tiempo de aislamiento.