La subnarración en voz en off se presenta como un relato casi autosuficiente, lo que no significa que la película sea simplemente un cuento oral acompañado de imágenes. La tensión entre la narrativa oral y la representación visual es crucial.
Son notables y admirables la atención, el cuidado, el cariño, la fineza y el talento con que tantos aspectos de la cultura y la sociedad mexicanas fueron encarados en esta película.
Una de las joyitas de la Hollywood clásica: todo cierra y uno no puede sino maravillarse frente a tal desborde de talento y competencia técnica que derivan en una increíble frescura.
No gustó a las autoridades soviéticas. La discrepancia no estaba en la “política práctica” sino en la estrategia estética. 'Felicidad' recurre a un humor grotesco, hiperbólico, delirante, caricaturesco, con rasgos de slapstick y absurdo.
Una pionera mezcla de comedia, drama y alegato social producida desde el corazón de la industria. También fue la película que convirtió a su director y protagonista en el artista más famoso del planeta.
Es un drama delicadísimo y sensible, con personajes bien caracterizados y complejos. Las situaciones interesantes se desarrollan constantemente, mientras Weber las observa con un notable detallismo en los pequeños gestos.
Obra maestra centenaria. Las imágenes son una delicia, en parte debido a su valor como reliquia y a los contrastes estilísticos que presentan en comparación con el cine más reciente.
Los exteriores transmiten una poesía inusual, similar a la de Louis Feuillade. El destino del capitán Krug entre el final del flashback y su regreso queda en la ambigüedad, lo cual añade un componente de misterio a esta obra extraordinaria.
Es una película curiosa. La producción es muy llamativa y también cuenta con un atractivo sonoro. Este último punto destaca la belleza e interés de la banda sonora, que acompaña a las imágenes de manera excepcional.
Delicioso documental. No sé cómo lo lograron, pero alcanzan una intimidad y naturalidad admirables, mientras mantienen una estética cinematográfica excepcional. Los encuadres y el sonido son tan perfectos que parece una película de ficción de alta calidad.
La ausencia de maldad, la resignada disposición a seguir adelante y ni que hablar la elegancia discreta y rigurosa de la cinematografía de Rejtman vuelven a La práctica una película linda de habitar.
Lo que es original en La muerte de un perro, al menos en el panorama del cine nacional, es que esos elementos de comedia sutil se entremezclan con un trasfondo de comentario social.
La película satiriza la institución monárquica y sus protocolos ceremoniales. Su enfoque no es ni maniqueo ni destructivo, lo que le añade complejidad y profundidad a las numerosas situaciones humorísticas que presenta.