Lo que uno saca de esta experiencia es incierto, ya que la mayoría de espectadores no entenderán mejor a Unabomber después de verla. 'Ted K' es a la vez impresionante y opresiva.
Menos de lo que esperábamos en un documental de Varda; sin embargo, filmada con su ingenio y coraje característicos, brinda a sus nuevos aficionados lo que han venido a buscar.
Es a la vez una conmovedora carta de despedida y de amor, transmitiendo y conservando el espíritu de un artista que temió siempre dejar su obra inacabada.
Hermanus presenta su obra maestra. Es un logro notable en términos narrativos y visuales, consolidándose como el director más relevante de Sudáfrica en la actualidad.
Una verdadera tragedia para la moda que Tcheng presenta con devoción y atención a los detalles, aunque la película se equivoca al tratar la muerte de su sujeto con más misterio del que realmente hubo.
Como visión panorámica de los logros creativos y comerciales de Cardin, es animada, pero es mucho más vaga a la hora de presentar su vida personal y su legado.
Sumamente elegante e interesante, 'McQueen' se presenta como un impresionante álbum visual de su obra, a la vez que ofrece un retrato profundamente emotivo de la vida incompleta que hay tras su figura.
La película de Karukoski rinde homenaje al trabajo de su protagonista en aspectos fundamentales. Es visualmente conmovedora, se desarrolla de manera fluida y busca proporcionar entretenimiento.
Este viaje nostálgico, entretenido y brillantemente elaborado, no logrará sorprender a los seguidores de los Cuatro Fantásticos, pero sin duda alegrará sus oídos.
'A Quiet Passion' presume de una meticulosa realización y un verbo florido en abundancia, pero confina la melancólica interpretación de Cynthia Nixon en una camisa de fuerza emocional. Una oportunidad perdida.
La película de Berg no es una innovación de estilo en sí misma, pero es la satisfactoria panorámica que la corta y ferozmente brillante carrera de Joplin merecía desde hace tiempo.
Es raro que un biopic de prestigio resulte demasiado corto, pero después de 102 minutos a muy buen ritmo, 'The Program' se retira con medio puerto de montaña aún por escalar.
Con un reparto de lujo y un eficiente ritmo de sitcom, funciona lo suficiente como para mantenerte entretenido, hasta que te das cuenta de que no te has reído ni una sola vez.