Un segundo largometraje equilibrado y bellamente interpretado 'Fingernails' tiene un ingenio socarrón que no excluye su honesta inteligencia emocional.
Un estudio de personaje elegante y meticuloso. Se convierte en algo encantador e inteligente: un homenaje sutil y sereno a la calma y la indecisión, a hacer que la vida espere, tanto para lo bueno como para lo malo.
Un film inteligente y agudo que deja espacio para la poesía cotidiana en su retrato de inmigrantes que intentan salir adelante en un país inestable. Tiene suficiente ira como para no perderse en artificios y bondades.
Las estupendas actuaciones de Danielle Macdonald y Jennifer Aniston, junto con un toque mágico de Dolly Parton, convierten esta comedia de Netflix en una grata y sorprendente experiencia que se siente tanto dulce como progresista.
Una comedia negra, como el caviar, deliciosamente aguda, que sitúa a sus frágiles y burgueses personajes como si fueran bolos y los hace caer con alegría en 71 minutos.
Un tercer trabajo asombrosamente singular de la directora y guionista alemana Maren Ade, que traslada la magnífica observación humana de sus anteriores películas a un reino deliciosa e inesperadamente cómico.
Bendecida con un guión de Preston Sturges característicamente chispeante, es especial incluso para los brillantes estándares de las comedias románticas que los estudios de Hollywood sacaron adelante con tanta despreocupación en 1940.
Una comedia insolente, divertida y algo larga sobre el mundo del espectáculo. Le sacará carcajadas oscuras de reconocimiento a los que trabajan en la industria.
No es lo suficientemente graciosa ni cautivadora para convertirse en un clásico de Navidad. La actuación de Knightley es agradable y tiene la energía adecuada para sostener esta película que resulta irregular.
Una sátira perversamente divertida e inesperadamente conmovedora. Esta ingeniosa fantasía de baja fidelidad deleitará a quienes ya disfrutaron la visión de Lanthimos en 'Alps' y en la nominada al Oscar 'Canino'.
Marion Cotillard aporta color emocional a un conmovedor documental híbrido. Una película que aúna de forma creativa recuerdos de archivo y recuerdos reconstruidos.
Parece ser una incursión de horror nihilista en la lína de 'Wolf Creek', antes de que sus trampas de torture-porn den paso a un peso moral tan inesperado para los personajes como para el público.
Una película independiente modesta pero perspicaz, que no hace grandes afirmaciones sobre sí misma en sus escasos 89 minutos de duración. En lugar de ello, invita al espectador a mirar más de cerca.
Un tenso thriller de una mujer enfrentándose al sistema, donde el suspense se desarrolla de manera eficaz, llevando la narración hacia un clímax que genera un pánico genuino y alarmante.
Levasseur ejecuta momentos de terror intensos con una mezcla de entusiasmo y tensión, resultando en una obra de horror con toques egipcios que es sorprendentemente absurda.
El enfoque pragmático y humilde sobre el papel de las celebridades en el activismo ambiental resulta ser su cualidad más cautivadora, aunque carece de un análisis detallado de los métodos para contribuir a la salvación del planeta.