Delpero y su directora de fotografía, Soledad Rodríguez, reinventan los elementos visuales del clasicismo de una manera impresionante, aportando una belleza y precisión que no se había apreciado en mucho tiempo.
La trama sigue a un niño afroespañol que emprende un viaje en solitario para encontrar a su padre, con un enfoque que busca conmover. Sin embargo, el director de 'Plata quemada' evita caer en la sentimentalismo y, en cambio, mezcla el drama con comedia, astucia y tensión erótica.
Secuela ineludible que sorprende al ser superior a la anterior. Sin embargo, aún hace falta un toque adicional de terror. Quizás la tercera entrega, insinuada en el epílogo, consiga al fin provocar el miedo que se espera.
'Yesterday' parece darse cuenta, a medida que avanza, de que su idea central no tiene suficiente desarrollo, transformándose en una parábola sobre la bondad de un hombre atrapado en una situación complicada. Sin embargo, esta fábula no logra avanzar.
Una diferencia clave entre las películas destacadas y las mediocres radica en cómo las acciones de sus personajes los definen. Por ejemplo, en Berlin Calling, el protagonista podría ser cualquier otro profesional, como un mecánico dental o un obrero de la construcción, sin que la esencia de la historia se altere.
Asombrosa actriz debutante, Katherine Savard muestra una impresionante variedad de emociones mientras su personaje se enfrenta al vacío que reina en su existencia fuera del agua.
En 'Alamar', la claridad surge de la conexión que la cámara establece con el entorno: paisajes, personas y sus interacciones. Es especialmente notable la relación de los personajes con los espacios que ocupan.
La película presenta una narrativa episódica que refleja la brutalidad de la guerra, iniciando con una crítica sobre su horror, pero concluye exaltando al soldado estadounidense como el verdadero héroe.
La película presenta una estética que recuerda al cine independiente. Es admirable su enfoque poco convencional, aunque los resultados no alcanzan por completo las expectativas.
'Paris, je t’aime' reunía a reconocidos directores como los hermanos Coen, Gus Van Sant y Olivier Assayas. En cambio, 'New York, I Love You' presenta un enfoque más modesto con directores como Fatih Akin y Mira Nair. La comparación es como contrastar la grandeza de Cristiano Ronaldo con la simplicidad de los eslovacos.
¡Aunque algunos episodios son un tanto flojos, hay otros que alcanzan un nivel notable! Es una mezcla inconsistente, que parece ser la norma en muchas películas divididas en episodios.
El realizador galés se sumerge en su antigua obsesión al transformar la pintura 'La ronda de noche' en un escenario repleto de misterios por descubrir. Sin embargo, algunas de sus manipulaciones y teorías crean confusión, dando la impresión de que el director se refiere a su propia experiencia.
En este intrigante thriller, una joven agente del FBI se enfrenta a dilemas morales cuando su deseo de servir choca con la naturaleza ambigua de su supervisor y con la amenaza que representa un peligroso colombiano.
Martin Campbell frena la superacción que caracterizaba sus trabajos anteriores en Hollywood, especialmente en las franquicias de El Zorro y James Bond. Esto no hace de 'Edge of Darkness' una película excepcional, pero sí la presenta como una opción más sobria en comparación con otras producciones contemporáneas.
Si se repite un cliché tres veces, al final se tendrán tres clichés. Esto es precisamente lo que hace el guionista de esta película con sus personajes.
El principal problema de 'Crimen en El Cairo' es la evidente conexión entre el crimen, el poder y la explotación de los inmigrantes, reflejando las dinámicas del régimen de Mubarak.
El director muestra un manejo narrativo excepcional, presentando una historia fascinante que combina elementos de paranoia e ironía. Se apoya en un elenco sólido y una estética que rinde homenaje a la tradición del misterio inglés.
Apunta sobre el rastrerismo de la clase política estadounidense y la idiotez de cierto americano medio, pero se va desinflando por el camino, hasta cerrar con uno de los finales más concesivos de que se tenga memoria.
Este film se presenta como una comedia clásica, aunque no llega a definir su estilo completamente. De esta confusión en los roles, emerge una relevante fábula política, elemento que el director Andò busca destacar a lo largo de la trama.