La película busca ofrecer un puro escape de la realidad. Su esencia positiva logra contagiar a la audiencia, brindando una experiencia que se siente refrescante.
Tan negra, pecaminosa y desagradable como una semana llena de Hitchcocks, es tan fresca y embriagadora ahora como lo era entonces. En una palabra: mortal.
Una visión gloriosa de unos Estados Unidos tan agitados como relevantes, algo tan bello como ya olvidado. Sí, ha envejecido, pero su mensaje final sigue siendo profético.
Una desafiante y a veces delirante experiencia cinematográfica. La reinvención de la franquicia de Max es un triunfo que combina una imaginación desbordante, acción impresionante, humor peculiar y actuaciones destacadas en medio de un torbellino.
Es una película predecible y carente de ambición; sin embargo, su ambientación y la intrigante historia que presenta la elevan a una categoría notable.