Un proyecto que a primera vista parece simple, sin arriesgar en su narrativa, se revela como un desafío que no resulta fácil de abordar. Un encantador debut tras las cámaras de Robin Wright.
Anderson logra destacar con su homenaje a los periodistas. Aunque el guion no es el más sólido de su carrera, su creatividad visual y estética es ilimitada, y los decorados son un placer para los sentidos.
Jugando entre la comedia romántica y la familiar, la película recorre caminos comunes sin explorar nuevas ideas. Es una comedia ligera de verano con buenas intenciones que gira en torno a la adopción de un perro.
Un filme que sugiere muchas historias adicionales, potencialmente como una saga. Es una comedia convencional que, si bien sigue esquemas típicos, logra ofrecer algunos gags efectivos, especialmente gracias a su elenco experimentado.
Adaptación conmovedora y turbadora de la novela homónima, esta película se presenta como una obra áspera pero digna de reconocimiento, destacando por su autenticidad en la narrativa.
Sobrecogedor y clarividente documental que presenta rostros, nombres y lágrimas que deben ser recordados. Es un llamado a la reflexión para aquellos que evitan hablar de la memoria histórica.
Un thriller interesante que examina las megacorporaciones y se adentra en el sistema de Hollywood. Ofrece una nueva perspectiva, sin recurrir a la violencia.
La buena noticia es lo divertida que resulta la película. Cada giro inesperado y baile de Huppert sorprenden al espectador. Nunca antes Isabelle Huppert había conseguido transmitir tanto miedo.
La película cumple sin reparos en su género y atrae a su público objetivo: jóvenes adultos que buscan drama. Aunque es predecible, el giro final sorprende y agrega un valor notable a la trama.
Cage continúa mostrando su destreza como un actor de acción, aunque la película carece de la emoción que se esperaría. Sin embargo, su desenlace es uno de los más impactantes que podemos presenciar en el cine estadounidense.
No es una comedia familiar más de las que saturan la cartelera. La directora incorpora una declaración estética definida, lo que se traduce en una producción bien elaborada y con propósito.
Divertida y a ratos cursi, la película explora la idea del destino, el amor y la suerte desde la espiritualidad del país en el que se desarrolla, que Lelouch convierte en otro personaje.
Todas las imágenes del corto, una treintena, son del propio Saura. Juntas van componiendo esta lección bélica desde la mirada de un niño. Una mirada bella y difícil de ver también desde nuestros ojos y nuestro tiempo.