La película cumple sin reparos en su género y atrae a su público objetivo: jóvenes adultos que buscan drama. Aunque es predecible, el giro final sorprende y agrega un valor notable a la trama.
Cage continúa mostrando su destreza como un actor de acción, aunque la película carece de la emoción que se esperaría. Sin embargo, su desenlace es uno de los más impactantes que podemos presenciar en el cine estadounidense.
No es una comedia familiar más de las que saturan la cartelera. La directora incorpora una declaración estética definida, lo que se traduce en una producción bien elaborada y con propósito.
Divertida y a ratos cursi, la película explora la idea del destino, el amor y la suerte desde la espiritualidad del país en el que se desarrolla, que Lelouch convierte en otro personaje.
Álex Montoya se apropia de la historia de la novela homónima de Paco Roca, abordando temas profundos y significativos. Esta adaptación es exactamente lo que la obra gráfica de Roca necesitaba.
Todas las imágenes del corto, una treintena, son del propio Saura. Juntas van componiendo esta lección bélica desde la mirada de un niño. Una mirada bella y difícil de ver también desde nuestros ojos y nuestro tiempo.
Una gran idea respaldada por un impresionante elenco femenino que no ha encontrado una narrativa que esté a la altura de su talento y su deseo de transformación. Hay mucha acción, quizás en exceso.
Annette Bening y Bill Nighy ofrecen interpretaciones sólidas como padres en este pequeño drama británico. Ambos actores, mostrando su talento sin exageraciones, aportan una profundidad significativa a la historia.
Xavier Dolan vuelve a decepcionar, pues su enfoque visual se impone a los personajes, quienes expresan sus emociones con intensidad similar a 'Solo el fin del mundo', pero su obra queda atrapada en la superficialidad y la reiteración del tema.
Un melodrama que incluye entretenidas escenas de comedia. Destacan las dinámicas entre el grupo de hermanas y su madre, llenas de amor y odio. Sin embargo, la aparición del fantasma de Omar Sharif interrumpe esas intensas discusiones.
Isabelle Huppert brilla una vez más con su actuación natural. Su viaje a Japón es tan cautivador que te haría querer acompañarla. La película captura a la perfección la esencia del país, ofreciendo una experiencia visualmente rica.