Fantasía pseudo-religiosa, con mucho de ideología new age y abundantes dosis de azúcar. La narración resulta confusa, los personajes son caricaturescos y el tono es excesivamente dulce. En definitiva, un gran fracaso.
Mastodóntica, fascinante, desequilibrada, hiperbólica e interesantísima. Bellocchio resuelve fundir ficción y documental con un golpe de mano de autor prodigioso.
Producción con todo lujo de detalles aunque con cierta frialdad y nula capacidad de sorpresa a la hora de narrar el relato. (...) apasionante ambiente cultural, social y político (...) Una treta no ya poco sorprendente sino absolutamente obvia.
Formidable. Elegante, expresiva y nunca gratuita en la violenta belleza de sus planos, 'Sin novedad en el frente', en su versión alemana, se presenta como un sorprendente triunfo que no escatima en un realismo atroz de barro y hachazos.
Es una película tan leve como segura en su materialización de los dos conflictos principales. Nunca se desvía de lo que se espera de ella, una película de imagen bonita que no plantee desequilibrios en las certezas de la existencia.
Película nada fácil. Se presenta como una cuesta arriba que, sin embargo, encontrará adeptos; este crítico es uno de ellos. El nivel intelectual de sus propuestas representa en todo momento un reto apasionante.
A pesar de la hermosa luz de los amaneceres y crepúsculos, la película resulta más lenta que tranquila. Además, los toques sociales, especialmente sobre el clasismo, no logran que su delgado guion soporte adecuadamente el peso del tiempo.
Una obra apasionante en su fondo y deslumbrante en sus formas, donde Davies demuestra una vez más que el mejor estilo, muchas veces, no tiene por qué comerse el fondo del relato.
La pena es que algunos de los temas abordados no reciben el desarrollo adecuado o parecen superficiales. La película avanza con una belleza aparente que, sin embargo, no logra provocar ninguna emoción.
En 'La mujer de negro', gran parte de lo que se presenta parece familiar. Sin embargo, se siente genuino: la recreación es impecable, los rostros transmiten autenticidad y hay varios instantes que logran erizar la piel.
Narrado con cierta garra, apoyado en las magníficas interpretaciones de Alfredo Landa y Carlos Larrañaga, pero buena parte del texto también se sustenta en conversaciones más típicas de una radionovela que del cine contemporáneo.
Una misteriosa, interesante, aunque algo plomiza en su parte central, indagación en el proceso artístico y mental de un hombre en crisis creativa y vital.
Huele a naftalina. Sus hechuras de superproducción nunca logran brillar debido al academicismo ramplón de la puesta en escena. Se presenta como un producto mustio y anticuado en el peor sentido de la palabra.
No será difícil de seguir para los nuevos espectadores, ya que se abordan cuestiones de relevancia histórica con ligereza. Sin embargo, hay algunos errores en la construcción de los personajes. A pesar de esto, junto con el entretenimiento habitual, se presentan tres pequeñas, pero significativas, historias.
Un conjunto que impresiona, aunque ofrece poco en términos profundos. Es una obra de gran producción, pero sigue siendo solo una anécdota. Además, está el entretenimiento de reconocer tomas copiadas de otras películas.