Un excelente documental animado, una obra abierta, libre y auténtica, en la que los distintos formatos nunca se invaden ni colisionan. Simplemente se complementan.
Formidable, filmado y sonorizado con el estilo de un thriller de terror, aunque no lo sea. Elegantísimo en las formas y lleno de recovecos en el fondo.
Grandioso ejercicio de energía visual y sonora. Un trabajo que Phillips transforma en algo sumamente personal. Es la película más incómoda que he visto en mucho tiempo, formidable y retorcida.
Linklater filma con una inaudita autenticidad su carta de amor a la música, a los futbolines y a las pinballs, como si realmente estuviéramos ante una película de 1980.
De ambiciosa temática y desarrollo algo esquemático, 'Pride' encuentra la emoción cuando busca la verdad de sus personajes, y el resquemor cuando huye de los problemas por medio de bromas que buscan la risa más fácil.
Uno ve este 'thriller', sensacional tercer largometraje de J. C. Chandor, y no ve a un imitador, sino al propio Lumet redivivo (...) la película es sutil, hermosa y brutal.
Tiene todo lo que debe poseer un gran documental, ya que cuenta con carisma, una sólida narrativa y un atractivo visual. Presenta una historia apasionante que, a pesar de su toque maquiavélico, se desarrolla con profundidad, pasión y hasta con un toque de gracia.
Cerca del modelo scorsesiano, los personajes de Jong-bin parecen copias exactas al prototipo que bordó Joe Pesci: pobres tipos de apariencia enclenque, capaces de cualquier barbaridad mediante estallidos de rabia.
Tras un primer tercio marcado por un clima inquietante, la acción se centra en la represión sexual de una profesora. En este punto, la narrativa se vuelve más predecible, culminando en un desenlace pomposo y poco sutil, casi como si perteneciera a otra película.
El tono panfletario prevalece sobre el auténtico conflicto moral, legal y religioso presente en la historia, que está poblada de personajes poco creíbles que no soportan el más mínimo análisis.
Ausencia de creatividad. La falta de profundidad política, la falta de atención al detalle, ciertos problemas de interpretación y el perfil exagerado de algunos personajes limitan el potencial de una historia que, aunque promete ser apasionante, nunca logra serlo en pantalla.
Mejor dirigida que escrita e interpretada. Sonny no es una buena película, pero en ella se adivinan las intenciones de Cage por salirse del sendero fácil.
Estupendo e incorrecto cine familiar con niños de verdad. Una película con críos que hablan como los críos de siempre, lo que le confiere una increíble credibilidad. Casi dos horas de diversión, risas y emoción.
Formidable radiografía de la matanza de Srebrenica. El instinto de supervivencia, las impresionantes imágenes de la muchedumbre agolpada y la fortaleza de la cámara redondean un trabajo excepcional.
Berg no se destaca en lo visual, aunque cuenta con un notable elenco de actores. Son ellos quienes logran sostener una película que resulta incómoda y oscura, y que carece de la profundidad que busca transmitir.
Una obra sobre un personaje y unas eventualidades apasionantes, que se despliega como una fascinante reflexión sobre lo que parece y lo que es. Y está la belleza del trabajo de cámara y de luz de Eastwood.
Honoré presenta a sus protagonistas en un romance homosexual que alterna entre lo literario y lo descontrolado, manteniéndolos constantemente al borde de la autodestrucción. En este viaje, emergen destellos de ingenio narrativo.