Ni Harris ni el director, Peter Webber, cumplen con sus funciones. La trama se limita a un esquema predecible de venganza contra aquellos que causaron el sufrimiento, y poco más.
En verano se estrena cualquiera cosa. Pero hay asuntos que sobrepasan la chatarra habitual. Como esta barbaridad, reaccionaria intriga criminal dotada de un guión infame
A pesar de algunas ideas interesantes, la película resulta en su conjunto predecible y carente de sorpresas; cumple con lo básico, pero se siente apagada.
Tiene todo para el triunfo entre el gran público: actores famosos, trama de lo más simple, efectos especiales de impresión y diálogos facilones. Basado en una famosa serie de TV. Lo mejor, los títulos de crédito.
Una obra muy atractiva en su concepto, que logra recoger con gusto la leyenda pero que fracasa en el aspecto central de lo que pretende: el del terror, visualmente convencional y narrativamente pobre.
Es divertida y fresca. Comienza con una excelente presentación de personajes y del conflicto. Hay que destacar que el diseño de sus criaturas y ambientes es realmente novedoso.
Solvente segundo largo de Hugo Stuven, que impone un notable ejercicio de puesta en escena. Con unos espectaculares minutos iniciales, el director demuestra su pulso y estilo.
Se puede resumir en una frase: una de Kevin Costner. En este caso, una más de las pompas honorarias a los servidores sociales tras el 11-S: tópica, meliflua, militarista.
Es un dislate de cabo a rabo. El guion es una locura tan absurdamente divertida que, si tuviera algo de gracia, podría considerarse un clásico del camp. Sin embargo, esta extraña mezcla de catequismo y lujuria resulta realmente insoportable.
Película de encargo de Soderbergh, es la clara muestra de que al director no le importa la calidad del material; su enfoque está puesto en la perfección técnica, que a menudo resulta fría. Sin embargo, esto no consigue transformar la esencia del material original ni elevar el nivel de calidad en un relato que carece de profundidad.
Apela a las emociones, pero casi nunca llega a encontrarlas. Cuando se intenta sumar todo el tiempo con aportaciones de autor, pero éstas no añaden valores, se termina restando.
La música y las letras de Yeston rara vez logran brillar en su totalidad. Sin embargo, hay elementos que evitan que se desprecie por completo una película como 'Nine', especialmente cuando se considera la indudable grandeza de una producción de alto nivel, diseñada para aspirar a los premios Oscar.