Que una autora como Coixet pueda asumir una película de encargo y convertirla en un reflejo de su estilo es digno de celebración. Logra su objetivo con un trabajo de refinamiento emocional que se manifiesta a través de miradas, sensibilidad, luz y calma.
Entretenido ‘thriller’ de cocina, esta película ofrece una experiencia casi teatral que resulta inquietante, provocativa, cómica, cruel y macabra. Aunque carece de una profundidad notable, su efervescencia y el guion imaginativo mantienen el interés del espectador.
Una de las películas más espantosas que se hayan estrenado en los últimos años en los cines españoles de versión original. Pedestre en su narración a varios tiempos infame en su tratamiento y en su calidad musical y visual.
Estimable melodrama romántico que fluye de manera excelente, con interludios musicales cargados de buen gusto. Unax Ugalde y Nora Tschirner brillan en sus papeles.
Armada de un rancio costumbrismo y de un lamentable toque social, filmada con más velocidad que ritmo, y a pesar de todo interpretada con cierta convicción un -equivocado- canto a la nueva condición del homosexual en España
Las interpretaciones, junto con la actuación de Adèle Exarchopoulos, consolidan esta película como uno de los mayores exponentes de lo que el cine puede lograr en términos de estimulación y promoción de un sistema público de calidad.
Mitre ofrece una magistral disección de la política y de la responsabilidad que asume una persona en un puesto de mando, mostrando el macropoder a través de una historia de micropoder. Esta es una película magnífica.
Ni la puesta en escena ni un guión en el que todo cabe, desde la ausencia de planteamiento moral hasta el más rancio de los chistes, ayudan a que la película adquiera la condición que ambiciona.
Las batallas y la conquista de cada curva del río poseen una energía vibrante, evocando el mejor cine de aventuras. Sin embargo, el desarrollo del drama se inclina en exceso hacia un culebrón histórico poco convincente.
Comedia llena de discursos feministas y una gran galería de personajes que, lamentablemente, hacen que la película se acerque demasiado a la astracanada.
Descacharrante odisea de terror cómico de deslumbrante imaginería secuencial. Salvaje, sangrienta y dionisíaca, aunque con un jocoso toque de reivindicación sociolaboral en torno al manga.
La película nunca logra consolidarse en lo que se busca: un tótum revolútum que abarca tanto el universo de Sam Raimi como el cine juvenil de Hollywood. Además, el guión parece estar por encima de una puesta en escena bastante rudimentaria.
Comedia sin sentido, elementos de Gran Hermano, el cine de terror juvenil, La selva de los famosos y toques de cine para adultos se combinan en 'Club Desmadre'. Cada componente se presenta en dosis mínimas, como si temieran que esto se convirtiera en una película seria. El guion parece escrito por niños.
Una fascinante historia que se presenta como un melodrama barroco y oscuro, con toques de humor negro. Destaca por su diálogos notables y un matiz trascendente.
Una hora con la sencilla solemnidad de Jonás Trueba es escueta, elevada en sus conversaciones y en sus pretensiones, rotunda, hermosa, libre y personal. Al mismo tiempo, resulta muy sencilla en su estructura.
La idea no es en absoluto mala. Sin embargo, su ejecución es deficiente. Se basa en una imagen visual que ofrece pocas posibilidades. En lugar de asombrar, provoca más sonrojo.
Una comedia insípida y superficial, dominada por la presencia magnética de Isabelle Huppert, su actriz principal. No logra combinar la irreverencia cómica con elementos del polar francés contemporáneo y del cine de acción.
Arranca de un modo fenomenal, ya que contiene suficientes atractivos, casi siempre relacionados con su difícil ambigüedad tonal. Sin embargo, en la segunda mitad, la película decae notablemente.