La inmensa presencia de Clint y las interesantes teorías didáctico-deportivas benefician a una película que, a pesar de todo, resulta entretenida. Sin embargo, el resto parece artificial, esquemático y un añadido sin pasión.
Grandes ideales y una animación discutible. Los adultos podrían considerar que carece de profundidad, mientras que los niños pueden encontrarla un tanto aburrida.
L. S. Lowry no merecía una película tan mustia. El montaje, con largos encadenamientos y numerosas imágenes superpuestas poco atractivas, provoca que la historia no fluya, sino que se sienta estancada a lo largo de todo el relato.
Arranca de un modo algo farragoso en cuanto a información. Pero en lo fundamental, las magníficas interpretaciones de Saoirse Ronan y Margot Robbie hacen que la película se fortalezca.
[Salazar-Simpson] logra salir airoso en el aspecto formal, a pesar de algunas decisiones arriesgadas. Sin embargo, en el plano narrativo, se evidencian claramente los intentos por justificar al personaje ante las facetas más ambiguas de su personalidad.
Película que aborda un episodio histórico con un enfoque didáctico, un toque de clasicismo cinematográfico, y una ambientación marcada por violines y banjos desgarradores. McConaughey aporta el dolor y la intensidad necesarios a su personaje revolucionario.
La película de Danièle Thompson presenta un exceso de academicismo y pulcritud, mientras carece de valentía, crueldad y espectacularidad. Es una obra interesante, pero se queda corta. Nunca logra impactar realmente.
El documental de Kevin MacDonald aborda la música, la política, la pasión, la amistad, el sexo y la autenticidad, pero lo más importante es que retrata a Marley como un ser humano complejo, que trasciende la simple suma de sus partes.
Pocos defectos pueden señalarse, a excepción de su obviedad. Sin embargo, carece por completo de originalidad. No hay un solo giro dramático que se aleje del sendero más predecible.
En algún momento resulta algo superficial en los aspectos más polémicos, pero es probable que tenga un interés más relacionado con la mitomanía que con lo cinematográfico.
El guión logra destacarse gracias a los ingeniosos guiños metalingüísticos y a la adecuada evolución emocional entre Lorca y Dalí. Sin embargo, falla en el aspecto técnico.
Moscati, nombrado santo por Juan Pablo II, parece un personaje más interesante de lo que muestra la película. Esta versión cinematográfica de una miniserie de la RAI, que dura casi cuatro horas, tiene un aspecto formal anticuado y se presenta de manera unidireccional, centrada en la hagiografía cristiana.
La película resucita la estructura, el lenguaje, el retrato de personajes y el espíritu reprobador de la obra de Austen. (...) una especie de película-fotocopia de gran eficacia.
El tono se reblandece demasiado, sobre todo en la secuencia final. Eso sí, en la dirección, apoyado en la preciosa fotografía de Eduardo Serra, Spacey demuestra buen gusto y las numerosas escenas de conciertos están filmadas con elegancia.