Cómica y trascendente, compleja, entretenida y solo puntualmente maniquea y gruesa, es una película que invita a la reflexión y, al mismo tiempo, logra entretener a las mayorías.
Melodrama con toques de comedia. A veces, incluso algo extemporánea, como en los instantes de slapstick, definitivamente fuera de onda a pesar de la simpatía general del conjunto.
A pesar de su enfoque intelectual, Baumbach se desenvuelve en la construcción de la historia con la simplicidad cotidiana de la nouvelle vague, fusionando esta estética con la energía de una comedia romántica juvenil.
Los temas que aborda la obra surgen de manera fluida, sin que los giros sean evidentes. Esto es una clara señal del talento de un gran autor. Se logra un equilibrio perfecto entre la profunda trascendencia y la normalidad cotidiana, combinando hábilmente drama y comedia.
Una potentísima historia de mafias contemporáneas, puesta en imágenes con la lírica habitual del director, película asentada en dos patas narrativas que convergen a la perfección.
La película resulta monótona e insustancial, a pesar de abordar temas relevantes. Se distancia del realismo y de una narrativa lógica. Todo esto se combina con una puesta en escena poco atractiva y, en resumen, crea un universo que resulta incomprensible.
Temas que, al presentarse de manera exagerada y dramática, desembocan en un delirio que se aleja de cualquier análisis posible, aunque esté revestido de una producción impecable.
Fotocopia al cuadrado. Relamida cuando pretende ponerse romántica y sólo admisible cuando es la presencia interpretativa de su buen reparto el que comanda la acción.
Espanto vampírico perpetrado por el algoritmo de Netflix. Foxx, consciente de las frases que le han asignado, se dedica a hacer gestos cómicos propios de un estudiante de secundaria, algo que no está a la altura de su talento.
Las comedias de muertos vivientes han llegado al cine familiar. O quizá sea al revés. En todo caso, la fusión, al menos en este caso, no tiene ninguna gracia (...) En realidad, tiene muy poco que contar.
La película se presenta como una efectiva broma que fusiona la interdisciplinariedad y el sampleado, así como la mezcla entre alta cultura y cultura popular.
Que una autora como Coixet pueda asumir una película de encargo y convertirla en un reflejo de su estilo es digno de celebración. Logra su objetivo con un trabajo de refinamiento emocional que se manifiesta a través de miradas, sensibilidad, luz y calma.
Entretenido ‘thriller’ de cocina, esta película ofrece una experiencia casi teatral que resulta inquietante, provocativa, cómica, cruel y macabra. Aunque carece de una profundidad notable, su efervescencia y el guion imaginativo mantienen el interés del espectador.
Una de las películas más espantosas que se hayan estrenado en los últimos años en los cines españoles de versión original. Pedestre en su narración a varios tiempos infame en su tratamiento y en su calidad musical y visual.