Una comedia sobre la corrupción con magníficos matices oscuros, en la que brilla el actor protagonista con una interpretación deslumbrante. Un debut realmente prometedor.
Iñárritu ofrece un giro impresionante en su carrera. La película se presenta como inabarcable e inmensa, con múltiples capas narrativas, subtextos y radicalismos formales. Es una obra de arte emocionante y libre.
Es la viva demostración de que con cuatro duros se pueden hacer cosas importantes. Una película concebida desde las entrañas, que cautiva por la autenticidad de sus diálogos y por su capacidad de transmitir emociones.
Apela a la crudeza de los cuentos tradicionales infantiles, pero no tiene su enjundia y sí una cargante pretenciosidad disfrazada de frescura que acaba con ella.
Empieza siendo un notable, divertido y gamberro ejercicio de reciclaje de situaciones en versión cafre, para acabar resultando un filme de enmascarados justicieros al uso, hiperviolento y de factura técnica impecable.
[Trueba] le hace una peineta a la sociedad con su calma y su sonrisa habitual. Sosegada y sencilla, profunda y crítica, 'Casi 40' provocará la introspección del espectador, del que está pasando por esa edad, del que pasó y del que pasará.
Se resiente, sin embargo, de la irregularidad de sus microhistorias personales. Aunque, finalmente, lo esencial es que, entre la ternura y la acidez, opta por el bando del agrado, de la suavidad, de la simpatía y del costumbrismo del pueblo.
Con unas interpretaciones sobresalientes de José Ángel Egido y Pablo Derqui, junto a una brillante actuación de Bárbara Lennie, la película aborda la sociología familiar de manera sutil. Se presenta como un experimento metacinematográfico de múltiples capas que refleja tanto a María como a Nely.
El mayor problema, aparte de la puesta en escena, repleta de horrorosos ralentís y de pretenciosos movimientos de cámara que acaban dándole un aspecto hortera, surge con una cuestión más de esencia que de forma.
Si alguien quiere entender por qué practicar la comedia negra es tan complicado, que vea '¿Y ahora adónde vamos?'. Encontrará un claro ejemplo de lo que no se debe hacer.
De ritmo moroso y reiterativo, la película parece un intento menor de aquellas cintas que presentaban a un niño en un contexto histórico, que solían ser candidatas al Oscar a la mejor película de habla no inglesa. Sin embargo, hay ciertos detalles que perduran en la memoria.
Se percibe un cierto amateurismo, como el de una primera película hecha con escasos recursos. Hay una sensación de apresuramiento y falta de atención al detalle, así como una escasa autocrítica.
Comedia de sentimientos. Se trata de una película pequeña que busca tocar la fibra sensible del espectador y, sin duda, no debería pasar desapercibida.
La película se deja llevar por la ocurrencia, la superficialidad y un toque de desvarío. Opta por una acción sin prejuicios y por el humor. Sin embargo, la acción carece de fuerza, audacia e imaginación, mientras que el humor no logra aportar gran gracia.
Un aplauso para la imprudencia y el coraje en tiempos de academicismo ramplón. Es una película insólita. (...) es un seductor perro verde dentro del cine español (...) es estupenda, y lógicamente absurda.