Es incluso graciosa sin ir de cómica. De bellas fotografía y banda sonora, el inquietante interés de personajes y situaciones la convierten en una lúcida crónica histórica y política de inusual extravagancia.
Las escenas se atropellan, las músicas se chocan unas con otras, la narración está descompensada y los personajes entran y salen de la historia sin que se conozcan sus motivaciones.
Demoniaco entretenimiento. Ese tono intrascendente sobre asuntos aparentemente trascendentes es el que convierte su película en algo tan divertido. Soberbios efectos especiales.
Técnicamente impecable, la película mantiene el interés del espectador hasta que aparece el elemento sobrenatural, momento en el que la trama pierde su uniformidad.
El trabajo de Vogt con los niños es impresionante. Su habilidad para crear imágenes impactantes es indiscutible. Sin embargo, el mensaje que intenta transmitir resulta bastante confuso.
Cortés regresa con un guion externo, en este caso, una producción estadounidense, que no logra destacarse. La representación visual padece de una notable falta de coherencia.
Colorida, juvenil, divertida y absurda, esta película puede ser interpretada de diferentes maneras. Cada espectador decidirá si ve el lado positivo o negativo, dependiendo de sus expectativas.
Lo que Bertrand Blier presenta en Les cotelettes es una mirada grosera hacia el cuerpo y la mente de la mujer, filmada de manera despectiva, como si fuera un anciano lascivo. Esta película claramente encaja en la categoría de las que se odian.
Villanueva filma y edita con una gran dedicación, enfocándose en las reacciones, los silencios y las risas. Es una obra que celebra la vida en el contexto del teatro.
La película busca equilibrar ligereza y relevancia, lo cual no siempre resulta negativo, dependiendo de las expectativas del público. Un espectador de 'Syriana' puede quedar insatisfecho, mientras que uno de 'En el punto de mira' podría quedar completamente satisfecho.
Exilio en democracia. Arteta da voz a aquellos que han tenido que alejarse de su hogar en busca de un nuevo lugar. Los testimonios, acompañados de imágenes del pasado y una gran cantidad de datos factuales, ofrecen una visión clara y contundente de la situación.
La redención del protagonista carece de un verdadero sentido moral, ya que no hay una profundidad trascendental. Es únicamente una experiencia sentimental. Todo culmina en una sobrecarga de cursilería que, sin embargo, se siente completamente sincera.