El director de ‘Parásitos’ falla con una sátira política futurista que presenta algunas ideas interesantes al inicio, pero no las explora adecuadamente. La obra resulta decepcionante y poco memorable.
Una película de corta duración que carece de profundidad y sustancia, es ligera y carece de memorabilidad, cumpliendo su propósito sin vergüenza. Gibson sabe lo que tiene en sus manos, que en esencia es una obra superficial.
Este trabajo presenta un enfoque más riguroso en el ámbito científico que en su aspecto cinematográfico, acompañado de una banda sonora que evoca el suspenso de un thriller de conspiración, mientras que la narración en off puede resultar un poco exagerada.
Empacho de amistades. Sin un hilo conductor claro, los gags se suceden con un nivel ínfimo. Arrasará en taquilla, pero el buen cine no se intuye ni por el forro.
Su agudeza en la mayoría de los diálogos, la simpatía que desprende siempre Paul Rudd, y, de nuevo, su sensata percepción de ser un producto menor, convierten a Ant-Man y la avispa en una más que aceptable propuesta de efímero placer.
Gincana de lujo. Sus diálogos son muy perspicaces y hay suficientes elementos que explican su éxito en EEUU: excelentes protagonistas, un villano con profundidad y gran carisma (Sean Bean), y un guión dinámico.
Aspirante a clásico juvenil instantáneo. Un notabilísimo producto de aventura ligera con un toque sobrenatural. Una irresistible combinación de ritmo, estilo, sonorización y comedia física.
El filme aborda el racismo desde una perspectiva centrada en los blancos. Se presenta como un thriller convencional que no deja una impresión duradera y seguramente habría generado un intenso debate si los roles raciales hubieran sido invertidos.
Es una hermosa, divertida y lacerante película sobre la impostura. Koreeda aborda el tema de las divas del cine francés y de Hollywood, aportando una gran trascendencia y la complejidad característica de un maestro del cine contemporáneo.
François Ozon ofrece una interesante reinterpretación del mito en esta película, manteniendo la esencia de la obra teatral original y logrando una notable concisión.
Va de más a menos, pero conformando un notable conjunto, es una mirada sincera y, a la vez, mágica y cómica, a la posible canalización de la creatividad de un artista.
Su alegoría acerca de la identidad y el ego de los artistas, balanceando lo solemne y lo refrescante, junto a un destacado elenco, supera cualquier estándar contemporáneo del cine español.
Gautier aborda nuevamente los temas de su impactante cortometraje sobre el acoso en universidades, generando la misma sensación de vértigo y desolación.
Una película repleta de cambios, giros y sorpresas que mantiene un ritmo estimulante a lo largo de gran parte de la historia, gracias a su energía y su singularidad, aunque en su desenlace pierde fuerza.
Una semana después de verla, queda en el olvido, aunque las dos horas transcurren con una sonrisa moderada, impulsada por su humor que invita a la identificación.
Agradable comedia romántica que conecta bien con su audiencia, ofreciendo diálogos que se destacan por su calidad en medio de situaciones que suelen ser previsibles.
La película da la impresión de ser una serie de sketches en lugar de un cuento bien elaborado; constantemente se siente como un cortometraje extendido, carece de fluidez y hay demasiadas repeticiones.
La película se destaca por encima de la mayoría, especialmente en lo que respecta a los diálogos. Es simpática y aunque pueda resultar olvidable, es una experiencia agradable y posee una dignidad contagiosa.