Una comedia doméstica –en realidad, anti-comedia romántica– con interpretaciones animadas y un mensaje feminista claro. Agradará a la gente de mediana edad.
Es una comedia refrescante, enérgica y muy compacta (71 minutos), y la más divertida de la directora cuya seriedad conceptual ha resultado habitualmente abrumadora.
Un glamuroso escaparate para Gong Li. Sin embargo, más allá de algunos juegos cómplices con su estatus de estrella y momentos brillantemente evocadores de Mata Hari, la película no logra destacar sus fortalezas.
Es improbable que encienda mucha pasión. Una bagatela esencialmente burguesa que, aunque no creas que el cine tiene que corresponderse a su momento, parece irredimiblemente obsoleta y apática.
Un majestuoso e inquietante final te hace mirar atrás e intentar averiguar de qué trata el film. 'Mysteries of Lisbon' es un delirio sutil y una magnífica ópera magna final.
Es un placer menor - y en ocasiones, irritante - pero cualquier interesado en la historia y en el estado actual de la 'chanson' francesa, probablemente se afinará con ella.
Esta receta de setas, magia extraña y montaje genera una mezcla bastante intensa. El filme destaca por la creatividad con la que aprovecha sus limitados recursos. Además, las interpretaciones son destacables.
La brillante y sin duda lúgubre 'Samui Song' puede ser un neo-noir ingeniosamente ejecutado. Sin embargo, no siempre es fácil identificar si se está burlando de las convenciones de género o de la credibilidad del espectador.
A pesar de comenzar con ideas creativas y múltiples puntos de vista, la película se siente pesada, cargada de emociones y con una narrativa que no resulta creíble.
A pesar de contar con un gran elenco liderado por Adrien Brody y un impresionante Guy Pearce, es posible que esta película no logre captar el interés de muchos, incluso entre los aficionados al cine de autor.
Una oda abrasiva a la cultura Youtuber se queda atrapada en la clásica trampa de, al mismo tiempo, ridiculizar y sentirse irremediablemente fascinada por aquello que satiriza.
Enda Walsh presenta una adaptación mayormente leal al texto de Keegan, que es breve pero sumamente detallada. Murphy se muestra convincente a lo largo de la obra, destacando especialmente por la completa reserva de su personaje.