A pesar de comenzar con ideas creativas y múltiples puntos de vista, la película se siente pesada, cargada de emociones y con una narrativa que no resulta creíble.
Este relevante estudio, con un enfoque muy personal gracias a los comentarios mesurados de Costa, seguramente captará la atención de aquellos interesados en la política.
A pesar de contar con un gran elenco liderado por Adrien Brody y un impresionante Guy Pearce, es posible que esta película no logre captar el interés de muchos, incluso entre los aficionados al cine de autor.
Una oda abrasiva a la cultura Youtuber se queda atrapada en la clásica trampa de, al mismo tiempo, ridiculizar y sentirse irremediablemente fascinada por aquello que satiriza.
Enda Walsh presenta una adaptación mayormente leal al texto de Keegan, que es breve pero sumamente detallada. Murphy se muestra convincente a lo largo de la obra, destacando especialmente por la completa reserva de su personaje.
Un ejercicio tan a la vieja usanza que es hipermoderno, tan conservador que se vuelve vanguardista. Aunque para muchos espectadores escépticos este melodrama de época será simple y académico.
La profundidad que ofrece lo hace imprescindible para los aficionados a Serra y para quienes desean explorar cómo el documental puede captar y provocar nuestra reflexión sobre las realidades más extremas.
La película evita centrarse en la estética sofisticada y se enfoca en los diversos personajes a medida que transcurren los eventos, creando una experiencia notablemente realista.
Esta película ofrece una experiencia vibrante que contrarresta la sensación de encierro. Su grandiosidad visual la convierte en una obra que merece ser disfrutada en el cine, en una gran pantalla.
Una obra muy interesante con una estructura digresiva. Las emotivas actuaciones, la belleza del paisaje y la carismática presencia animal deberían hacer que reciba los aplausos de la crítica.
Un drama rural con una atmósfera envolvente. Destaca por sus impresionantes actuaciones y una sinceridad emocional que resuena, además de su duración de 77 minutos, que resulta muy acertada.
'Woodshock' muestra cierta reticencia a establecer una coherencia clara, como si eso no estuviera de moda. La forma en que las Mulleavys utilizan la yuxtaposición puede, en ocasiones, resultar trivial.
Por muy atractiva que resulte a veces la mezcla, al final parece que a esta película salvajemente excéntrica le falte algo para acabar de infusionarse.