Gracias a un guion medianamente bueno, este thriller sobre un policía soviético que es enviado a Chicago para capturar a un traficante de drogas es un buen escaparate para sus estrellas.
La película es bastante disfrutable mientras explora la fantasía de un niño pequeño abandonado teniendo una casa entera a su disposición para explorar y jugar.
Con el fin de hacer que la trama sea medio inteligible, el guionista Bob Gale y Robert Zemeckis tienen que convertir a todos estos personajes en geeks chillones y hacer que la frenética acción sea pura fórmula.
En espíritu, aunque no literalmente, recuerda a menudo al descarnado cine criminal de la Warner de los años 30 y mantuvo mi interés a pesar de sus excesos.
Es la única película de Cassavetes que carece de un guion completo y, en contadas ocasiones, se ha visto tanta calidez, delicadeza y emoción auténtica en las interpretaciones dentro del cine americano.
Las composiciones son impresionantes, las evocaciones de la muerte y la transformación social son poderosas y el erotismo muy potente. Sin duda alguna, una de las mejores películas soviéticas.
Obra maestra. La dirección de Sternberg se sitúa justo detrás de 'The Docks of New York', posicionando esta película como su segunda mejor obra en el cine mudo.
Esta extraordinaria obra de artesanía y destreza integra sus deslumbrantes efectos especiales de manera tan fluida que son indistinguibles de la narración, la poesía y, sobre todo, la metafísica de la película.
Los resultados son predecibles y un tanto entretenidos. Muestra los aspectos negativos de manera efectiva, pero como la comida rápida, a las dos horas sientes hambre nuevamente.
En general, la adaptación es fiel, pero algunas cualidades del lenguaje de Dinesen se han perdido y la dimensión política se ha simplificado innecesariamente.