Es, en lo específicamente cinematográfico, una obra muy digna para el público infantil. Su diseño de personajes es competente y su acción, entre colores de genuino cuento, avanza con energía y fluidez.
En tiempos de comedias descerebradas, esta apuesta por la libertad de elección del individuo, aun lastrada por leves apuntes moralistas, no deja de ser curiosa.
Esta comedia alocada usufructúa fórmulas tradicionales del género y las aplica con eficacia. Aquí reímos, intermitentemente, porque algunos pasajes no están a la altura del resto. Pero cuando la cosa funciona, funciona la mar de bien.
La película tiene un tono apagado y avanza sin extravagancias. Lo más destacable es la interpretación de Scoot McNairy, quien logra transmitir un profundo y creíble desgarro interior.
La película ofrece algunas ideas interesantes, pero 'Dando la nota' deja una impresión más televisiva que cinematográfica, adecuada para aquellos que disfrutan no solo de 'Glee', sino también de programas como 'Tú sí que vales'.
Además de ser un extraordinario documental, también es un auténtico musical. Para quienes no sientan afinidad por el ballet, la película logra que sus más de dos horas y media de duración se disfruten sin pesadez. Para los aficionados al ballet, este será un título cautivador.
De voluntad cosmopolita, trama y personajes ostentan una sobrecarga de clichés, pero su ritmo frenético y nervioso, a la scorsesiana manera, imprime atractivo al relato, que nunca aburre.
Una oda doble a PlayStation y Nissan, esta es una película de carreras de coches vistosa y no mal facturada, épica y triunfalista hasta la extenuación y muy convencional en el registro de personajes.
La experiencia de Annaud otorga un encanto especial que, aunque no se encuadra del todo, recuerda a las películas desastrosas previas a la era digital. Es un deleite para quienes sienten nostalgia por el cine catastrofista clásico.
Trabajo de una irreprochable eficacia, pero está exento de personalidad. Suscita interés por la actualidad del tema (...) y por la categoría de un reparto encabezado por la excelente Cate Blanchett (...)
Esta brillante película me recuerda a la obra de Rossellini y al Gerard Gormezano de 'El vent de l'illa'. Al igual que en aquella, el plano final ofrece una quietud y serenidad que quedan grabadas en la memoria.
Un entretenimiento elaborado con destreza, que ofrece una puesta en escena elegante, un elenco armonioso y un ritmo constante. Irradia encanto y simpatía, elementos suficientes para conquistar al público.
Convencional de principio a fin, aunque competente. Los personajes trascienden como simples figuras, la secuencia trágica es impactante pero se presenta de manera limpia y sin el uso de retórica exagerada.