Tras varios años enfocado en el cine de acción acrobática, Amor bajo el espino blanco marca el regreso de Zhang Yimou a un estilo más íntimo y realista, ofreciendo otra de sus profundas y emotivas representaciones femeninas.
Es blanda y sentimental, con subtramas que parecen forzadas. Sin embargo, la presencia de Eastwood establece el ritmo de la película, aportando personalidad y estilo.
Película de Garth Davis, tan impersonal y a la vez tan competentemente facturada como su precedente 'Lion' (2016). Mara interpreta a una María Magdalena convincente, aunque quien realmente destaca en el reparto es Tahar Rachim, con una actuación memorable. La banda sonora también contribuye a la atmósfera general del film.
Una película innecesaria. Es chata, impersonal y superficial. 'Back to Black' resulta, en todo caso, un poco más lograda que otros exponentes del casi siempre irritante "biopic" musical.
Peck sortea hábilmente los escollos del posible efecto cómico prestando atención al marco social, descrito con precisión y verismo exentos del habitual decorativismo de tantos “biopics” históricos, y dibujando a sus personajes con trazos limpios.
Konrat elige uno de los formatos más molestos del lenguaje audiovisual: la fusión entre el documental convencional y la ficción interpretada por actores. El resultado puede que no sea del todo irritante, pero genera un tedio profundo.
La película resulta plana y académica, careciendo de un vuelo creativo. Sin embargo, es profesional y cumple con lo que se propone, ajustándose a sus limitaciones y objetivos didácticos.
Amy contiene fragmentos de gran interés para los seguidores de la cantante, algunos de ellos muy emotivos, pero Kapadia abusa de su material, lo que convierte su documental en una obra redundante.
Un puzle apasionante que refleja la historia de Europa del siglo XX. Si le agregáramos colores, podría considerarse la versión polaca de 'Novecento' de Bertolucci. A un paso de convertirse en una obra maestra, es absolutamente recomendable.
Un melodrama clásico y visualmente hermoso, con actuaciones espléndidas de Sienna Miller y Keira Knightley. Más allá de este duelo entre titanes, la película resulta sumamente cautivadora a la vista.
En esta secuela, se ha perdido mucho. La agilidad y el ritmo son prácticamente inexistentes en esta trama confusa. Además, gran parte del carisma de Rovira parece haberse desvanecido.