Morgan Freeman y Diane Keaton ofrecen actuaciones sobresalientes y aportan credibilidad a su inusual matrimonio, aunque los flashbacks que ilustran su juventud resultan un tanto forzados.
La película se desarrolla de manera fluida y tranquila, mostrando un guion que sabrá aprovechar al máximo el talento de su elenco. Lo mejor de la proyección es, sin duda, la actuación de Gandolfini, quien logra brillar a pesar de las limitaciones del material. Sin embargo, su presentación puede parecer un tanto liviana.
No hay didacticismo ni moraleja; el director y guionista deja abierta la ventana para que seamos nosotros quienes contemplemos y ordenemos el paisaje. Un debut más que destacable.
Una sangrienta cinta de horror muy ochentera, con un acento sádico y salpicada de dosis de humor sarcástico. Es francamente disfrutable a pesar de un desenlace predecible.
En todos y cada uno de sus registros, la mirada es crítica, y la exploración, rigurosa. La chispeante frescura del reparto es, naturalmente, una baza destacable del éxito final.
Es una comedia cálida, cordial y ligera, muy ligera. El tramo final de la película le quita solemnidad a la ceremonia. Sin embargo, el film se disfruta sin dificultad.
La premisa da lugar a escenas ingeniosas, dinámicas y bien escritas, donde brillan los dos actores. Sin embargo, las subtramas llevan la historia hacia una vertiente más sentimental y dramática, y por esta razón, la mezcla no termina de funcionar.
La estructura de la película es impecable, con una narración perfectamente hilada que presenta una rica variedad de matices. Los diálogos son brillantes y están perfectamente integrados. Además, el cierre de la película es realmente hermoso.
Como en otras ocasiones, la comedia le sirve [a Lee] para trazar una crónica que nada tiene de comedia. para exponer su mundo, su visión de la vida, de las relaciones, la música, y ofrecerlo todo en un tono espontáneo y desenfadado, como casual.
Un western cómico entretenido, en momentos realmente gracioso, aunque resulta sumamente irregular, alternando lo ingenioso con lo grosero sin ningún tipo de transición. A pesar de sus desbalances, la experiencia sigue siendo valiosa.
Es una muy necesaria bocanada de aire fresco, de libertad creativa y espíritu regenerador. Como comedia del absurdo, es lo más estimulante que nuestro cine ha parido desde la ya lejana e inolvidable 'Amanece, que no es poco'.
Un Woody Allen de su primera etapa, con mucho que pulir cinematográficamente, pero con unas constantes discursivas que ya perfilaban su inequívoco universo.
Curiosa aunque finalmente fallida. Grotescamente paródica, su humor resulta basto y elemental. Sin embargo, su presentación es sólida y en ocasiones sorprendente.
Todo está expuesto desde una candidez simple. Guédiguian logra ser enternecedor. Formalmente, esta es una de sus obras más sólidas y bien acabadas, distanciándose de producciones recientes como 'Mali Twist' (2021).