Afortunadamente, el estilo grandilocuente característico de Christopher Nolan se sustituye aquí por un enfoque más centrado en la aventura: serio, sin humor, predecible, pero al menos es dinámico y, de alguna manera, no es tan pretencioso.
Bassett ha optado por transformar al personaje en una versión común del superhéroe de cine comercial. Purefoy toma el relevo, adoptando sin dificultad su papel como una especie de Hugh Jackman en una serie B.
No hay espacio ni, por fortuna, tiempo más que para el perpetuo dinamismo y la chorrada autocombustible. El producto no da gato por liebre, pero, por supuesto, no deja mella.
Raimi se mantiene en la misma línea de su trabajo en el primer Spider-Man, cumpliendo con lo esperado de manera eficaz. Presenta escenas impactantes, pero carece de sorpresas, misterio y, lo que es más grave, de una verdadera identidad.
El diseño sonoro de 'Oírse' es meticuloso y permite al espectador comprender las percepciones únicas de Arratibel. Sin embargo, a veces la película cae en un enfoque publicitario que eclipsa el valor estético de algunas de sus imágenes.
Sinfonía 'kitsch' con ralentís excesivos, una sobrecarga narrativa y una corrección política que se siente anticuada. 'Australia' demuestra que, detrás de una apariencia vanguardista, a menudo se encuentra un enfoque neoclásico.
Luce un académico manejo del tópico sentimental, pero debe de certificar su condición de obra maldita, no estrenada comercialmente en su país de origen. Su enfoque emocional tiende a subrayar en lugar de sugerir.
La animación prioriza la grandiosidad de los escenarios en lugar de la emotividad de sus personajes, tratando de compensar la falta de originalidad en las formas con una producción de alto nivel.
La primera película de Nixey puede parecer algo repetitiva, pero su fuerza como relato de terror es realmente impactante, complementada por un estilo visual exquisito. Está muy por encima de las típicas producciones de terror.
Una gozosa montaña rusa de inagotable invención. El secreto de Del Toro radica en la atención tanto a lo desmesurado como a lo minúsculo. Hellboy II es una experiencia que te atrapa por completo.
Un sofisticado y excéntrico artilugio tragicómico donde lo ridículo se encuentra con lo grave, llevando al espectador a una road movie surrealista que resalta y descompone la esencia de la excentricidad en las carreteras secundarias de Estados Unidos.
Se presenta como una interesante y cínica reinterpretación de la comedia navideña. Sin embargo, termina convirtiéndose en una típica comedia festiva, donde el mensaje se vuelve pesado y las risas quedan ahogada en la dulzura del mismo.
La película presenta un contraste entre los dilemas personales de los personajes, quienes buscan su lugar en el mundo, y la monotonía de una típica aventura de superhéroes.
Vendiendo sensiblería al por mayor, sigue siendo una comedia muy bien escrita que se beneficia de un puñado de interpretaciones carismáticas; es simpática, pero también conservadora y bastante predecible en su mensaje moral.
La película irradia energía y posee un carisma humorístico que resalta su estilo. Muestra que la energía creativa que ha estado esperando en la red tiene el potencial para triunfar en la gran pantalla.