Bien podría ser la película más sencilla o la menos ambiciosa de Pixar. Todo está en su lugar y el resultado es efectivo: Monstruos University cumple, pero no logra sorprender ni asombrar.
Apocalipsis con estilo. Revela una inteligencia en pleno -y afortunado- funcionamiento. No es un conjunto cohesionado, pero sí una sucesión de grandes momentos. Forster da un recital de versatilidad desde la hipérbole a la sutileza.
La película peca de grandilocuente y embarulla innecesariamente el relato de la iniciación, vaciando de todo poder de seducción a personajes tan emblemáticos como Lois Lane. Sin embargo, también propone una imaginativa concepción de Kripton.
Películas como esta hacen realidad el sueño del fanático. Ofrece un movimiento constante, un humor cómplice y un clímax con pasadizos entre universos que supera con creces una electrizante eficacia.
Su factura es impecable, pero su animación no resulta lo suficientemente inventiva. El envoltorio es deslumbrante, pero en el interior no hay creación, sino dictado.
En este filme de Bryan Singer, los personajes poseen un diseño sencillo, pero este rasgo les confiere identidad y carisma. Se presenta un conjunto narrativo eficaz que se sostiene en un movimiento constante.
El director parece consciente de que su modesta propuesta nace para no dejar huella. Con premisa excéntrica y atractiva (...) destaca por sus detalles, pero no por un conjunto con gran déficit de carisma.
Esta película resulta ser pura rutina sin carisma, aunque presenta una producción que disimula su naturaleza de subproducto. Es una opción solo para los fanáticos más incondicionales del rey de los monos que no tienen un verdadero aprecio por la animación.
Jackson siempre ha apostado por la retórica del exceso, pero hasta ahora, nunca habían faltado los hallazgos de ingenio y forma. Sin embargo, en 'El Hobbit', se siente más como una levadura, una supuración histérica del material literario original.
Whedon ha creado el cómic de Marvel definitivo para salas de cine. Aquellos que temían la comercialización de la franquicia pueden estar tranquilos: esto representa la esencia de Marvel. Lo mismo de siempre, pero en su mejor versión.
Un pirotécnico recital de hallazgos expresivos, en perfecto diálogo con su trama y su afortunada caracterización de personajes. (...) es una enérgica y divertidísima celebración de la continuidad entre lo viejo y lo nuevo.
Es una obra excepcional: no sólo la mejor película animada de este verano, sino un interesante juego de reajuste del clásico cuento con princesa, sublimado por su virtuoso manejo del lenguaje animado.
Una película animada que brilla con luz propia por sus ideas de animación pura, por su capacidad para distanciarse de la dominante estética Pixar y por detalles tan valiosos como la decoración art déco del refugio de Santa Claus.
El perfecto síntoma de la neurosis de un Hollywood empeñado en refundar franquicias. No es una mala película: es una correcta revisión del mito que se antoja innecesaria.
Ofrece más de lo mismo, pero cuenta con un repertorio de variables que hacen que el reencuentro valga la pena. En el desenlace, hay una sorpresa que enriquece todo el conjunto.