Deslumbrante carta de presentación del nuevo formato de cine tridimensional. Su humor es sofisticado, su ritmo frenético, y su tridimensionalidad está más orientada a propiciar una experiencia inmersiva que a convertir la platea en frontón para el elemental golpe de efecto.
Propone, en clave modesta pero eficaz, una saludable alternativa estética al modelo Pixar. La película presenta un particular sentido del humor, confiando en la inventiva caracterización de los personajes. El tándem Qwak & Ivernel merece ser destacado.
Tras una brillante y desenfrenada introducción, la película juega con tópicos, convenciones y estilos típicos de las superproducciones veraniegas. Su enfoque resulta algo excesivo.
Podría disputarse con 'El club', de Pablo Larraín, o 'La profesora de parvulario' de Nadav Lapid, la distinción a la película más (inteligentemente) provocadora del año.
El cineasta maneja la información con una eficacia impresionante y adecuada, creando una película ambiciosa que refleja en su forma de expresión la ingravidez, la delicadeza y la vulnerabilidad de su protagonista.
Calparsoro demuestra su profesionalidad al abordar un relato que no logra establecer suficientes elementos creíbles para que el espectador se sumerja en el misterio. El resultado es un conjunto que carece de sustancia.
Yamada adapta un popular manga de Yoshitoki Ǒima, conectándose con la poética de 'Your Name'. Aprovecha al máximo varios recursos visuales que resultan muy eficaces.
Entre la melaza y el curri, la obra se muestra más preocupada en ser amistosa que en ofrecer una representación auténtica. Además, adolece de una carencia de nervio cómico.
Bésame, monstruo. Alfredson logra enaltecerla con una película que no solo es buena, sino que también es única y significativa. Es perturbadora, hermosa y brutal.
Una inesperada película con ángel, impulsada por una gratificante energía lúdica y enriquecida con elementos del movimiento #Metoo. Es una de las grandes sorpresas de la cartelera veraniega.
Tanto el estilo vibrante del animador como su notable habilidad para resumir narrativas logran que todo avance con una ligera y juguetona fluidez, creando una impactante sinfonía visual de belleza constante.
Con un metraje amplio y repleto de detalles reveladores, la película opta por exponer la verdad, a pesar de que sea incómoda, en lugar de tratar de seducir en exceso. Transmitir el valor de una caricia en medio de un tormentoso momento vital es un notable logro.
La crítica distópica se siente repetitiva y la película transita una línea ambigua entre la celebración y la condena. Aunque hay energía, carece de una perspectiva clara. Falta un punto de vista y, sobre todo, complejidad en la narrativa.
Diversas decisiones narrativas y estilísticas condenan a 'Mustang' al maniqueísmo. Se trata de una película que plantea problemas constantes a sus protagonistas, pero ninguno a sus espectadores, ya que carece de matiz y ambigüedad.
Película valiente, rica y desbordante su representación franca, directa y libre de todo corsé moralista de la sexualidad adolescente resulta tremendamente refrescante Bel Powley se ofrece como enmudecedora revelación
Si hay algo que derroche con generosidad una película en apariencia tan modesta como 'La chica dormida' -escueto metraje, formato en 4:3- es encanto, estilo, energía e invención expresiva.
Schreier maneja el material con respeto y seriedad, manteniendo un tono adecuado que evita caer en la cursilería y la afectación. Sin embargo, habrá quienes, al igual que este crítico, experimenten un profundo rechazo por el modelo de atracción que sustenta la historia de amor.