Montero ha logrado algo muy difícil: una comedia donde ningún diálogo sobreactúa su gracia, y cuyos cortes de montaje perfectamente limpios generan efectos cómicos de gran intensidad.
A la película se le puede reprochar cierta prudencia, sin embargo, su rigor cuestionador y su reparto equilibran las debilidades de un trabajo muy comunicativo y que resulta amablemente incómodo.
No es sólo una adaptación honesta: también es una película enérgica, inteligente y anómala con un actor generoso que se agarra a su personaje como si fuera el último tren de su vida.
Hay mucho del mejor Barroso en esta pequeña joya. Eduard Fernández está soberbio, pero su fulgor no eclipsa a nadie, ya que el elenco femenino se lo pone tremendamente difícil en cada tenso duelo verbal.
Payne en 'Los Descendientes' demuestra una madurez irrefutable y un dominio excepcional de un tono difícil de lograr, enfrentándose a los desafíos más importantes de su carrera.
Giamatti logra uno de los trabajos más completos de su carrera. 'El mundo según Barney' destaca por su fuerza y densidad, ofreciendo un espectáculo inusual.
No hay un punto de partida chocante que se rebaje, sino la inesperada osadía de llegar hasta las últimas consecuencias, tanto en su humor esquinado y heterodoxo como en su base sentimental, profundamente humana y conmovedora.
Szumowska continúa refinando su mirada crítica a través de soluciones estilísticas efectivas. La manera en que los contraplanos postergados aportan nuevos y sorprendentes significados a los planos que los anteceden electrifica la pantalla en momentos claves.
Un prólogo brillante tanto en forma como en contenido da lugar a una sátira oscura que no duda en intensificarse hacia impactantes giros propios del género pulp.
No es la comedia más refrescante para este verano, pero sí una sórdida historia con alto poder de perturbación que, de algún modo, parece ofrecer una sangrienta y algo morbosa instantánea de los males de Europa.
Casas y Pintó poseen un gran talento, pero lo que realmente resalta en su trabajo es su habilidad para desarrollar personajes. Además, muestran una notable generosidad al confiar sus roles a un elenco que defiende sus interpretaciones con la intensidad de que pudiera ser su última actuación.
El afortunado sentido de la comicidad de esta película inclasificable domina el conjunto con una curiosísima mezcla de humor negro, humanismo, imaginería de filiación surrealista e inteligencia enloquecida.