'Una familia de Tokio' es casi lo mismo que 'Cuentos de Tokio', pero el poso que dejan uno y otro trabajo es radicalmente dispar. Es tan difícil enfadarse con esta película como amarla con pasión.
Un descomunal juego de ingenio, algo que, a primera vista, parece desnudísimo para ir, poco a poco, revelándose como una intrincada y sibilina construcción.
Lo peor ocurre cuando Niccol hace hincapié en lo que ya era evidente. Esto provoca que el proyecto colapse, y la exagerada sobreactuación de su justificación política acaba afectando negativamente a la obra en su totalidad.
El enfoque formal limita el discurso, reduciéndolo a un simple pretexto para mostrar la potencia de la dirección, que se siente más como una exhibición acrobática que como una expresión artística. 'Victoria' es una hazaña impresionante, aunque merecería una causa más significativa.
'Atraco en familia' no busca ser original, pero su enfoque modesto en la precisión es apreciable. Con un montaje que a veces acelera en la mesa de mezclas, la película transmite un encantador aire retro.
Una obra de grandes proporciones, con una sofisticación notable en la manipulación de las formas, cuyo objetivo es ofrecer el recital de tecno-porno más impactante que se haya visto.
Cumple con el reto de ser una superproducción de acción irreprochable, en la que se equilibran las siempre hiperbólicas escenas de acción con unas someras notas de humor y con unos trazos emocionales.
Lars von Trier aborda el conflicto de manera ejemplar. La exploración de la pedofilia y las escenas de sumisión reflejan la verdadera grandeza de la película.
Sádico ejercicio de terror agorafóbico. Roth tiene la extraña habilidad de lograr que sus golpes bajos dejen en el aire ecos estimulantes: carne y sangre están al servicio de un nihilismo con mordiente, ajeno a toda idiotez.
Hay buenas ideas, pero prevalece la impresión de haber pasado de una secuela acontecimiento a la algo atropellada resurrección de una franquicia. Por lo menos no estamos ante una fotocopia cara.
La saga, aunque ha ido perdiendo la magia del original, se mantiene alejada de tramas rutinarias. La inestabilidad narrativa parece una reflejo de una mente enferma, pero su atractivo sigue siendo exclusivo para aquellos que son verdaderos aficionados.
La película presenta una fuerte similitud con la novela, lo que sugiere que Fincher ha optado por una presencia sutil. Esta elección, característica de su estilo, demuestra ser altamente astuta.
Tras un inicio prometedor, la película enfrenta varios problemas en su narrativa que intenta resolver de manera poco convincente. La capacidad de sorprender se desvanece rápidamente.