Una magistral obra maestra de sofisticado slapstick, aunque no consigue liberarse del romanticismo que caracterizaba a su influyente 'Amelie'. Se vuelve arriesgada al manifestar de manera directa su mensaje político.
Expediente rutinario. Cine negro que se presenta como un ejercicio técnico, careciendo de un mensaje profundo. El elenco, sin embargo, es de gran calidad.
La película no logra mantener la conexión con sus referentes, pero se destaca como una agradable excepción en el panorama del cine comercial estadounidense. Además, es notable el valor de Anne Heche al reinventarse.
Es sorprendente cómo logra exponer la frivolidad de manera tan clara. Se presenta como un espectáculo poco creativo de un cine que se consume a sí mismo, dejando poco espacio para la innovación.
Variable porteña de 'Alta fidelidad'. El material de partida no es ningún dechado de originalidad, pero la ejecución es enérgica y a la propuesta no le falta carisma.
Una pareja de amantes se encuentra de repente en una situación donde sus identidades se intercambian, y los guionistas no han considerado necesario proporcionar una justificación narrativa.
Es una muestra de cinismo visual que carece de un real apego a las fuentes que menciona. No hay una verdadera evocación de la esencia dionisíaca del género; solo se imita sin ir más allá, lo que resulta en una experiencia bastante superficial.
Copti y Shani utilizan enfoques del neorrealismo para crear una compleja estructura narrativa y no cronológica inspirada en 'Pulp Fiction'. Este enfoque, sin embargo, minimiza algunas de sus mejores intenciones al centrarse excesivamente en resolver todas las tramas.
Paquet-Brenner muestra una falta de inspiración expresiva, pero el elenco, incluyendo a Glenn Close, Julian Sands y Gillian Anderson, logra rescatar la situación a través de su impresionante interpretación de una aristocracia endogámica y monstruosa.
Renuncia a toda voluntad de estilo para dejarse llevar por la pura inercia de un telefilme de vieja escuela. El supuesto thriller se transforma en inesperada comedia involuntaria.
El conjunto presenta algunos clichés y elementos previsibles, sin embargo, Leclercq demuestra una notable convicción y un impresionante dominio de la estética. En definitiva, este es un inicio lleno de vitalidad.
Los ovarios de Bourne. Si se considera a Angelina Jolie como el atractivo principal, Salt podría llegar a ser vista con buenos ojos. Jolie brilla en su actuación, pero como un thriller de acción y espionaje, resulta ser más bien cómico.