El estudio Ghibli mantiene una notable continuidad con autores como Hiromasa Yonebayashi. Uno podría decir que en esta película la animación es tan sutil que parece casi invisible, similar a la cuidadosa dirección del cine clásico.
Fellipe narra con claridad y efectividad, evitando ambigüedades. Manifiesta una clara preferencia por el plano estático y la repetición de elementos visuales que, mediante sutiles variaciones, reflejan la caída.
Esta película es la crónica y, al mismo tiempo, la culminación de un heroico relato de épica docente. Un trabajo al que le hubiese venido bien mayor sobriedad de tono.
Una película notable. Por tono, se asemeja a 'Adventureland' (2009), aunque no logra igualar su nivel. Faxon y Rash parecen más interesados en crear un ejercicio de carisma indie que en explorar la verdadera esencia de su material.
Llama la atención el contraste entre el tono que finalmente se afirma en la película y la textura sensorial y forzadamente lírica de algunas imágenes. Esa tensión desequilibra el conjunto, pero no llega a estropear un debut que parece conocerse al dedillo su tradición para renovarla.
Aquí se cae en la obviedad con la frase que cierra el conjunto, pero, en el recorrido, abundan las gratificaciones camufladas bajo imágenes no siempre elocuentes y poderosas.
Este difícilmente clasificable 'Nosotros y yo' revela una insólita faceta del director como cronista social limpio de moralina, distancia y condescendencia.
Fincher se presenta como un fiel transcriptor de un guión impecable, permitiéndose una sutil floritura de estilo. A través de una escritura que, por su perfección, resulta inquietante, logra establecer un nuevo clasicismo.
El trabajo de Freixas y Espinosa se zambulle en el tópico y la cursilería, pero acaba emergiendo en otro lado y el resultado -un sólido producto comercial- proyecta su onda expansiva más allá de su público natural.
Aquí Wright convierte cada fotograma en una exagerada caja de resonancia, pero su incesante festival de pirotecnias lo establece como un formalista repleto de energía y gran capacidad de invención.
Las mayores virtudes de la propuesta son su concisión, su aversión a cualquier tipo de discurso intrascendente y su deseo de alejarse de los arquetipos y clichés del género carcelario. Sin embargo, 'La perrera' presenta algunos momentos en los que pierde fuerza.
El planteamiento ya es lo suficientemente sofisticado, pero 'Rumores y mentiras' aún se guarda otros ases en la manga para amplificar su grado de excelencia.