Desenlace desmesurado y pueblerino. Pero aún así, y a pesar de las excesivas dos horas de proyección la película tiene ritmo, cierta rapidez y actuaciones excelentes.
No es un bodrio ni, desde luego, una obra de arte. Es una película de Walter Hill en combinación con Stallone. Es decir, guantazo va, guantazo viene, y no hay más ni se necesita más. Ya se sabe a lo que se va y esto es lo que te dan.
El cierre de la serie supera un poco a la segunda, que fue un fiasco total, aunque se queda por debajo de la primera. En general, ninguna de las tres logra salir del purgatorio de las comedias en Hollywood.
The Rock [Dwayne Johnson] ha conseguido salir más o menos airoso por la originalidad del argumento y la ternura de cómo es tratado. Raspa la dignidad, que para los tiempos que corren, es mucho.
Idea enana, público enano. Un par de lances interesantes y poco más. Andan por ahí Mercy y Spader, pero su presencia no da para levantar nada, apenas una mueca.
Mungiu, con su estilo cinematográfico escueto, frío y abrumador, explora cómo una mentira y un acto deshonesto pueden tensar la moral del individuo. Esta dinámica muestra cómo un pequeño desvío puede ser cubierto por otro aún mayor.
Es un espléndido monumento a la cultura, que destila con grandeza por cada diálogo, por cada fotograma y cada escena de este filme que chorrea inteligencia y talento por cada poro.
Casi todo es entrañable en esta película. Tiene buenos tramos, pero en general resulta demasiado previsible y en ocasiones peca de excesiva ñoñería. A pesar de esto, es un trabajo simpático que destaca por la actuación del siempre estupendo Raúl Arévalo.
Es un relato desgarrador y, como tal, Aranoa lo ha intentado suavizar con el humor. La película tiene más capas que una cebolla. Una obra casi maestra.
Es una película bastante regular, casi vulgar. El inconveniente principal es que todo resulta demasiado convencional. Destaca la actuación de Gummer, que es excelente, mientras que del resto poco se puede comentar que no sea la brillantez de Streep.
Aparece la transgresión en algunas escenas, conversaciones audaces y ciertos gags cómicos, pero la esencia de la trama resulta simple, monótona y vacía. Sin embargo, hay un salvavidas inesperado que rescata la película: Lebron James.
Un trabajo excelente en el que se consigue pasar de la comedia al drama o al minimusical en un soplo, sin apenas respiro y sin que el vaivén afecte al ritmo de la narración.
La película no cumple con las expectativas establecidas. Uno de sus mayores problemas es su falta de sutileza, ya que la sátira resulta ser torpe y mal elaborada. A pesar de esto, la trama logra ser enérgica y divertida en ciertos momentos.